Euda Morales
Es una legumbre de vaina gruesa y semillas planas de extremos redondeados, apreciada en las comidas por ser un ingrediente alto en contenido de fibra y bajo en grasa, de sabor fuerte pero agradable al paladar, de textura suave y cremosa. Cabe mencionar que al tener semillas que crecen en el interior de una vaina, las habas son legumbres, pero al ser tierna, se considera un vegetal como las arvejas.
¿Cómo comprarla? Cuando está fresca, con un color verde pálido o blanco cremoso, con su vaina crujiente y de un colorido verde brillante, al contrario, si presenta un color café indicará descomposición, también evite si ofrecen un sabor agrio.
Prefiera las vainas que son uniformes en tamaño, las que son menos gruesas que un dedo y de 8 centímetros de largo porque resultan de mejor sabor y textura al poderse comer con todo y su vaina, a diferencia de las que son más largas que deberán desvainarse antes de su cocción.
Proporciona betacarotenos que el organismo convierte en vitamina A.
Cuando las habas son pequeñas podrán pelarse directamente, mientras que las grandes necesitarán previo a su cocción un escaldado o hervido breve en agua salada hirviendo y en menos de un minuto. Posteriormente se refresca rápidamente en agua fría o con hielo.
Conserve, si están secas, en un recipiente hermético y en lugar seco, hasta durante un año. Al estar cocinadas guarde en refrigeración hasta 5 días. Podrá preparar las habas de diversas maneras, ya sean frescas o secas: tan simple como salteadas con ajo o cebolla, en puré, en tortitas o buñuelos, en sopas o guisos.
Además, son guarniciones perfectas en las comidas o parte esencial de platillos como el falafel libanes; el cassoulet francés, que es un estofado de judías blancas con carne o la feijoada brasileña, que es un platillo de frijoles con arroz. Otra variante podría ser como ingrediente del humus a base de garbanzos.
Si las habas están secas, remoje en cuatro veces su volumen de agua por 8 horas y enjuague antes de hervirlas en olla normal o de presión hasta que resulten tiernas. Retíreles la piel áspera para lo que deberá presionarlas con suavidad entre los dedos. Algunos condimentos que favorecen el sabor y que contribuyen a prevenir los gases intestinales que podrían provocar son el ajo, comino, laurel o hinojo. Sirva de forma fría o caliente, enteras o trituradas.
También podrá dorarlas o molerlas para preparar una harina. Conserve las habas en refrigeración o congelación, ya que no afecta sustancialmente su valor nutricional. Siempre prefiera las habas frescas y no las enlatadas cuyo proceso destruye su vitamina C. Proporciona betacarotenos que el organismo convierte en vitamina A, tiene alto contenido de fibra soluble, también contiene hierro, niacina, vitamina C y E; es fuente de proteínas, al combinarse con cereales como el arroz o la pasta, ofrece a la dieta una calidad alta de proteínas similar a la proteína animal.
Una desventaja es que puede causar flatulencia. Sin más, disfrute de las bondades de las habas.