La fruta fresca es importante para la dieta. Hay diversas formas de consumirlas y beneficiarse de su contenido de fibra, sus micronutrientes y, en especial, de vitaminas como la A y la C.
Son muchas las razones para ingerir fruta varias veces al día, pues, además, aporta pocas calorías por su contenido de agua. Hoy le presento ocho maneras de disfrutarla.
- La fruta fresca es ideal para consumir junto a las comidas o como una refacción nutritiva. Por ejemplo: una taza de fruta cortada o frutas pequeñas, como fresas o uvas; o una fruta entera, como una pera o una mandarina.
- Los jugos recién exprimidos son una buena fuente de vitamina C y se preparan con una o varias frutas. El término “recién exprimido” se refiere al jugo natural sin ser procesado. “Recién prensado” se relaciona con los jugos en que las frutas son molidas, prensadas, pasteurizadas y coladas, y a los que les agregan ácido ascórbico para evitar que se oxiden u oscurezcan.
- La fruta deshidratada, como parte de una ración, es perfecta para poner en la lonchera y comer en cualquier momento. Son una buena fuente de fibra y de nutrientes, como potasio y hierro, pero contienen niveles altos de azúcar y calorías. Van bien con los cereales, como granola, pues le aportan sabor y dulzura.
- Los refrescos se preparan con jugo o pulpa de frutas, agua y azúcar. Aproveche las frutas de temporada, ya sea solas o combinadas. Por ejemplo: un refresco de piña, jocote marañón y mora, o uno de naranja y fresa. Las posibilidades son inmensas.
- Las salsas en la repostería son básicas para enriquecer los postres en cuanto a colorido, textura y sabores. Se preparan con base a frutas, jugos y almíbares, o con leche o crema. Generalmente se cocina la pulpa de la fruta con agua, azúcar y vainilla o canela, luego se le adiciona un espesante y se sirve tibia.
- Los coulies son salsas de frutas frías que se elaboran al mezclar la pulpa de la fruta con azúcar y jugo de limón. Se refrigeran y se sirven frías para acompañar postres o helados.
- Las mermeladas o jaleas son toda una delicia para untar una rodaja de pan tostado. Para su preparación se deja entera la fruta o se corta en trozos y se cocina con agua, azúcar y pectina. La jalea posee mayor contenido de fruta y se elabora con azúcar, el jugo de la fruta y un espesante.
- Las compotas se elaboran con frutas troceadas y sin semillas se cocinan con agua, jugo de frutas o vino tinto y azúcar. Además de servirlas como un postre, acompañan helados y carnes, como aves, cerdo o carnes de caza.