La nueva edición de la Feria Internacional del Libro en Guatemala, Filgua, empezará el jueves 12 de julio, así que pronto nos entrarán las ganas de comprar nuevos títulos.
Pero ¿ya terminó los que compró en la feria anterior? Un problema de los amantes de los libros es que suelen adquirir más de los que pueden leer, sobre todo por lo limitado del tiempo para la mayoría de nosotros.
Una triste realidad es que estos entusiastas de la palabra impresa son una minoría. En sociedades como la nuestra, leer no es una prioridad, según revelan investigaciones. Por ejemplo, el estudio Dinámica de la producción editorial centroamericana, efectuada en el 2010 por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, dio a conocer alarmantes hallazgos. En este panorama, Guatemala tiene las puntuaciones más bajas.
Dicho trabajo reveló que en los países en los que más se lee, el promedio es de 5.4 libros al año, como en Chile. Se estima que en nuestro país se lee menos de 1 y que, aquí viene lo más desesperanzador, solo el 1 por ciento de la población lee por placer.
Por su parte, el Comité Nacional de Alfabetización encontró en un sondeo que 1.2 millones de jóvenes mayores de 15 años no saben leer, y el resto que sí puede tiene poco o nulo interés en la lectura.
Hay muchos ángulos desde los cuales analizar este fenómeno, partiendo de la pobreza y la falta de acceso a la educación y cultura en el país, que, sin duda, es un factor determinante.
Sin ningún empacho o vergüenza, no son pocos quienes afi rman no necesitar un libro para aprender, informarse, entretenerse e incluso consumir arte”.
Pero también es de considerar las modas y nuevas costumbres de nuestras sociedades, en las que la comunicación es instantánea y el entretenimiento e información se lleva a cabo a través de pantallas. Sin ningún empacho o vergüenza, no son pocos quienes afirman no necesitar un libro para aprender, informarse, entretenerse, e incluso consumir arte.
Como lo hemos mencionado en otras columnas, parece que el ser humano moderno es menos capaz de hacer lecturas inmersivas por tiempo prolongado, lo cual es esencial para leer un buen título.
Una actividad como Filgua es la oportunidad perfecta para no dejar morir la lectura de libros en personas de todas las edades, aunque parezca una pelea desigual.
Cada año, esto nos lleva a reflexiones bastante duras con respecto a nuestra realidad educativa y cultural. Hay puristas que apoyan la lectura solamente de libros de calidad, especialmente literarios.
Hay otros que aseguran que lo importante es leer, sin importar el tema, y esto incluye farándula, superación, narcohistorias y tramas de erotismo light. ¿A qué bando apoya usted?