No, esta columna no trata de la fascinación que todos tenemos por las películas o series de asesinos seriales. Al contrario, es más una celebración de la vida a través de la música. Siguiendo con el tema de los supergrupos, que abordé en la columna anterior, esta vez el espacio está dedicado a Killer Be Killed (KBK).
La banda está integrada por tres de las voces más reconocibles de la música pesada contemporánea. Max Cavalera, Greg Puciato y Troy Sanders son los motores que van a todo vapor en Soulfly, The Dillinger Escape y Mastodon, sus respectivos grupos, pero juntos dan vida a un monstruo. Es una bestia que vuelve a arrasar con todo lo que se le atraviesa por el camino. ¿Recuerdan las viejas películas japonesas de Godzilla? Pues algo así es la cosa con esta agrupación de genios musicales que, junto a Ben Koller, uno de los bateristas más queridos de la música pesada, saca al mercado su nuevo disco, titulado Reluctant Hero.
Con un espíritu inventivo y una ejecución decisiva, KBK suena en una armonía que está en perfecto balance con la esencia pesada de la banda y las tres gotas del toque comercial que necesitan para hacerlo accesible al público primerizo. Implacable en la pesadez y el ritmo, como su predecesor, Reluctant Hero contiene 11 canciones que fueron producidas y mezcladas por Josh Wilbur (Lamb Of God, Megadeth, Gojira).
Reluctant Hero resulta entonces en un conjunto de composiciones melódico/agresivas que, si me lo preguntan, son el elemento clave en la fórmula de la banda. Creo que KBK es de los pocos supergrupos que he escuchado en el que sus integrantes logran poner la dosis perfecta de cada uno de sus estilos. En ningún momento se siente que alguno de sus componentes tenga más protagonismo. Siento que es algo que podría suceder muy fácilmente en una banda en la que todos son súper estrellas, pero este no es el caso. Me hace pensar que entre la agrupación existe una muy buena química, la cual los hizo volver al estudio y grabar un segundo álbum.
Definitivamente, todos los integrantes de la banda tienen carreras impresionantes sobre sus espaldas, y creo que el hacer este nuevo material es realmente fabuloso. Obtener este álbum por estas fechas es para todos nosotros, los fans, una especie de regalo navideño por adelantado. Y vaya si no es una manera perfecta de ir cerrando este año.
No me atrevo a pensar en cómo vendrá 2021, prefiero no adelantarme a vaticinar nada. Aunque sí quisiera creer, al menos, que este no será el último disco de KBK. Porque entonces, el único asesinato que habría aquí sería el de mi esperanza, al saber que llegó a su fin el trabajo de una banda que realmente me emociona escuchar. Eso, señores, sería algo muy triste, tanto como este 2020.
Para escuchar: Dream gone bad, Deconstructing self-destruction, From a crowded wound, Left of center y Reluctant hero.
