Cuando pienso en el arte que me gusta, sin importar qué expresión sea, me inclino a cualquiera que evoque las más fuertes tempestades, para luego pasar a la calma. Probablemente se deba a mi manera de ver las cosas: las amo o las odio, no pueden haber espacios grises. Solo de esa forma puede ser relevante para nosotros y afectarnos como debe ser. Es por eso que quedé fascinado con Remind Me Tomorrow, el nuevo trabajo de la compositora y actriz originaria de Nueva Jersey, Sharon Van Etten.
Después de un par de materiales en su discografía, diría que Van Etten está en la cima de su composición con un álbum más atmosférico y emocionalmente penetrante. Las canciones, que orbitan alrededor del indie pop y el folk, son cartas dirigidas a nuestros corazones y cargadas de un estrangulamiento visceral lleno de incertidumbre y verdades difíciles acerca de las personas que nos rodean.
Las líricas confrontativas nos obligan a acercarnos de frente a lo que nos causa dolor. Otras veces, nos aproximan a un espejo para vernos a nosotros mismos a los ojos. Como en Seventeen, en la que Van Etten se habla de un pasado del que, a pesar de haberse ido hace mucho, aún quedan fragmentos: “I used to be free, I used to be seventeen / Follow my shadow around your corner”. Y,claro, no salimos ilesos. Eso es lo maravilloso de este disco: acompañar y ver cómo, con su guitarra, Sharon persigue a la angustia hasta la muerte.
Al escuchar la producción pensaba acerca de qué pasaría si, como en la canción, pudiera encontrarme con mi yo de 17 años. ¿Qué cosas me diría? ¿Cómo me abordaría a mí mismo sin ser demasiado cruel? Tal vez me diría que ciertamente la vida no es sencilla, mas uno la va librando. Que deje de desear ser adulto, cuando todavía hay juventud por vivir, pues la adultez muchas veces es una mierda, pero de alguna forma extraña nos adaptamos y seguimos viviendo. Que atesore la libertad de ir a donde yo quiera sin necesitar mucho en los bolsillos y que, aunque nadie es fácil de amar, que jamás deje de intentarlo, a pesar del miedo al rechazo. Que no me preocupe, porque hemos crecido por dentro. Me daría un fuerte y largo abrazo junto a un adiós. Aún hay mucho por vivir y lo único cierto es que el tiempo no se detiene.
Para escuchar: Seventeen, No One’s Easy To Love y I Told You Everything.
