La avenida Moreland se llenaba de personajes nocturnos, sin importar el frío de la calle. Yo sabía a dónde me dirigiría esa noche. Mis pies me llevaban directo al mítico Star Bar para recetarme una buena dosis de rock and roll, junto a gente extraña y uno que otro midnight cowboy, el tipo de personas que me gustan.
Una gigante bola de discoteca pendía del techo junto a globos que caían al suelo y, mientras esperábamos, algunos no aguantamos las ganas de patearlos. Cuando la vi subir, llevaba puesta una chaqueta de cuero negra, que contrastaba con su pelo rubio, y un pantalón negro. De sus hombros colgaba una Gibson modelo Les Paul.
Serenamente, terminó de afinar la guitarra y de forma muy sencilla nos dijo “hola”. Las primeras melodías acompañadas de una dulce voz empezaban a llenar el lugar. Frente a mí tenía a la talentosísima Anna Kramer & The Lost Cause. Originaria de Atlanta, Anna es una intérprete de country blues americana, que coquetea también con el indie punk. Comenzó y no dejó de sorprenderme lo bien que suena esa mezcla. Todos éramos testigos de músicos entregados a su arte.
Anna no es una compositora promedio. Si bien es notable su gran influencia country, les
puedo asegurar que tiene más en común con los Rolling Stones que con cualquier músico de folk. Decirles que hizo que mis huesos se sacudieran fue poco. Al dar el último guitarrazo, nos sonrió de manera muy honesta y, con la misma tranquilidad, desconectó sus instrumentos y bajó con nosotros, los mortales.
Yo me dirigí a la barra por un Jack Daniel´s Honey. Tal vez porque quería conservar el dulce sabor que la música de Anna Kramer me había dejado. Mientras esperaba a la otra banda, la vi a unos pasos de mí. Pensé en mil cosas para ir a hablarle, desde las más clichés, hasta tratar de sonar un poco interesante y menos idiota. Pero no pude, no sé qué pasó, me ganó la vergüenza del fan primerizo.
Lo que sí hice fue ir al puesto que habían montado con mercadería y comprar su disco The Rustic Contemporary Sounds Of Anna Kramer & The Lost Cause. En ese momento tomé un poco de valor pensando que tal vez me podía firmar el álbum, mas ella ya no estaba. Esbocé una sonrisa, sin sentirme mal. Tenía su material y ahora sabía lo que era verla en vivo. Regresé a la barra por otro Jack Daniel´s. La noche aún tenía vida.
Para escuchar: All Those Pretty Things, Da Da Rock, Got My Feet On The Ground y When U See Him.