Gobierno apoya necesidades médicas de la niñez y la adolescencia con discapacidad.
El ambiente de paz, esperanza y optimismo vuelve a 28 hogares de Mataquescuintla, Jalapa. La razón: haber sido incluidos por el Gobierno de la República en el Programa de Subsidio Familiar a Niñas, Niños y Adolescentes con Discapacidad.
Con dicho proyecto, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), se busca contribuir para cumplir con el sueño de los menores que presentan algún problema en sus habilidades motrices, pues tendrán la oportunidad de acudir a terapias que les ayudará a recuperarse.
500
quetzales consiste el apoyo económico para hogares vulnerables.
El objetivo del Programa es contribuir a mejorar la calidad de vida y las condiciones económicas de las familias, especialmente por la crisis causada por el coronavirus.
Resurge la esperanza
Mario Lemus es un agricultor originario del caserío Joya del Mora, quien viaja tres veces por semana a la cabecera municipal de Mataquescuintla, para llevar a su hijo Limber, de 8 años, a recibir terapia, ya que padece de parálisis en las extremidades inferiores y superiores.
“Mi preocupación más grande es pensar cómo mi Limber se va sostener cuando sea adulto. Mientras yo esté con vida lo seguiré apoyando”, asegura Lemus, cuya mirada refleja optimismo por el apoyo del Gobierno, pues facilitará llevar de nuevo a su hijo a sus terapias.
2
mil 400 núcleos familiares se atienden actualmente en el país.
Caso similar vive Ana Patricia Cano, madre de Carlos, a quien se le diagnosticó plagiocefalia desde su nacimiento, y ha visto cómo su retoño ha evolucionado satisfactoriamente, pero había dejado de acudir a las citas médicas debido a la crisis económica.
“Ha sido difícil para nosotros como familia, porque nos quedamos solos. El padre de mi hijo, al ver la situación, desapareció. Soy el único sustento de mis retoños. Estamos batallando para lograr la recuperación de Carlos”, asegura. Dice que con los recursos económicos que recibirá de la SBS volverá a llevar al menor al Hospital de Cuilapa, Santa Rosa.
“Los subsidios son para cuatro años”
El Programa de Subsidio Familiar a Niñas, Niños y Adolescentes con Discapacidad, de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), tiene como objetivo brindar apoyo económico, consistente en Q500 mensuales a los guatemaltecos en cuyo hogar hay menores con dicha condición o en vulnerabilidad. Actualmente se atiende a 2 mil 400 núcleos en todo el país, y los subsidios son para un lapso de cuatro años. Los colaboradores de la SBS realizan un rastreo en busca de las personas que necesitan la ayuda, señala Lourdes Isaacs, subsecretaria de Preservación de dicha entidad.
¿Cómo se ubica a las familias que necesitan la ayuda?
Es fundamental la información de las gobernaciones departamentales y los alcaldes municipales, lo cual fortalece las visitas domiciliares a cargo de los técnicos de la SBS, para detectar a posibles beneficiarios del programa.
¿Cuál es la fuente de financiamiento de la iniciativa?
Dentro de la institución se observa cómo se ejecuta el presupuesto, a fin de encontrar espacios económicos para entregar el apoyo a las niñas, niños y adolescentes con discapacidad.
¿Cuánto tiempo dura el apoyo para cada familia?
El subsidio es de Q500 mensuales, durante cuatro años. La junta técnica que evalúa las inclusiones hace los análisis correspondientes y si las familias ya cumplieron con su período de ayuda, esta se traslada a otros favorecidos.
¿En qué necesidades médicas se invierte el aporte?
El apoyo es para las familias cuyos hijos tienen alguna discapacidad y que han dejado de llevarlos a terapia, debido a su condición económica. Con el subsidio, retoman las consultas médicas y pueden, incluso, someter a los menores a intervención quirúrgica.
¿Existe algún rango de edad en los menores para otorgarles el beneficio?
Los beneficiados deben estar comprendidos entre las edades de 6 meses hasta 18 años menos un día (un día antes de que cumplan 18), para que reciban el aporte económico.
El titular de la SBS, Francisco Molina (c), coordina un rastreo para incluir a más guatemaltecos