El Barcelona cantó el alirón con un triplete de Lionel Messi, 1 semana después de haber ganado la Copa del Rey, para sellar un doblete que supuso las lágrimas de su rival, el RC Deportivo, que certificó con la derrota (2-4) su descenso a Segunda División.
Los goles de Messi y otro del brasileño Philippe Coutinho, quien fue el encargado de abrir la cuenta, dieron el vigesimoquinto título al conjunto azulgrana en el estadio Abanca-Riazor frente a un Deportivo que se resistió a morir y se repuso del 0-2 que tenía, a los 38 minutos con un tanto de Lucas Pérez antes del descanso y otro de Emre Çolak en la segunda parte.
La cara y la cruz del deporte quedaron reflejadas en el césped de Riazor. El Barcelona formó la piña para celebrar el cetro; el Deportivo hizo lo propio en el centro del campo sabiéndose equipo de la categoría de plata después de haber luchado contra un Barcelona al que logró igualar (2-2), antes de caer de pie.
Ernesto Valverde quería ganar la Liga en Riazor y afrontar el clásico con el Real Madrid con el campeonato resuelto, sin necesidad de prolongar la espera. Enfrente, el Deportivo, que tenía que triunfar para no descender, le hizo pasillo al Barsa antes del encuentro por haber conquistado la Copa del Rey. Después, lo alargó en el arranque del partido.
El conjunto blanquiazul dio facilidades al azulgrana, que dejó en el banquillo a Andrés Iniesta en la semana en que anunció que no seguirá en el club y sacó un once claramente ofensivo, con Coutinho y Dembélé junto a Luis Suárez y Lionel Messi.
Desde la temporada 2008-2009, el Barsa ha acortado su diferencia con el Real Madrid, el equipo más laureado en cuanto a torneos domésticos, ya que acumula 33, 2 de ellos en la última década. El otro título liguero en los últimos 10 años lo consiguió el Atlético de Madrid (2013-14).