Héctor Morales
Analista de comunicaciones, Residente de las Naciones Unidas en [email protected]
Hoy es el Día Mundial de la Bicicleta. La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta.
La singularidad, longevidad y versatilidad de la bicicleta lleva en uso dos siglos. Constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud.
La ONU alienta a las autoridades municipales y nacionales a promover el uso de la bicicleta para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz.
Las necesidades de movilidad de las personas que se desplazan caminando o en bicicleta no puede pasar inadvertido; deben contar con condiciones de seguridad e incentivos.
El Informe Anual del Programa de Carreteras 2018 refuerza esta idea y llama a invertir en peatones y ciclistas, pues la bicicleta también es un medio de transporte para poblaciones en situación de
pobreza.
Según la OMS, una infraestructura más segura para caminar y montar en bicicleta garantizaría la equidad en la salud. Este tipo de transporte puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte.
La bici puede servir como instrumento para el desarrollo, no solo como medio de transporte, sino también al facilitar el acceso a la educación, la atención de la salud y el deporte.
La relación entre la bicicleta y su usuario fomenta la creatividad y la participación social; asimismo, permite al ciclista conocer de primera mano el entorno local.
Es un símbolo del transporte sostenible y transmite un mensaje positivo para fomentar el consumo y la producción sostenibles; además, repercute beneficiosamente en el clima. La ONU invita a los Estados miembros a mejorar la seguridad vial y a integrarla en la planificación y el diseño de infraestructuras sostenibles de movilidad y transporte; en particular, mediante la adopción de políticas y medidas dirigidas a proteger y promover activamente la seguridad peatonal y la movilidad en bicicleta, con el fin de obtener resultados más amplios en materia de salud, en particular, la prevención de lesiones y enfermedades no transmisibles.
A este respecto, ve con buenos ojos las iniciativas para organizar marchas de bicicletas, tanto en el ámbito nacional como localmente.
Además, alienta a los interesados a promover el uso de la bicicleta como medio para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz.
El uso de la bicicleta es una contribución para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), principalmente los ODS 3, 4, 5, 11 y 13. En Guatemala hay miles de personas en las poblaciones pequeñas que usan a diario la bicicleta, aun cuando no cuentan con una infraestructura
apropiada.
Se debe comenzar a cambiar la cultura de priorizar la seguridad vial en vehículos motorizados. Estos ocupan gran espacio, contaminan el aire y afectan con ruido, así como promueven una vida sedentaria.
Es tiempo de comenzar a reflexionar sobre un uso masivo de las bicicletas, como lo han venido haciendo grandes ciudades.
Si conducimos un automóvil, pickup, camión o autobús, debemos estar conscientes de la importancia de respetar a quien va en bicicleta.
Se recomienda nunca rebasarles, pasándoles al menos por 1.5 metros. Esa distancia les permite seguir su ruta con seguridad. Tampoco debe presionárseles el paso, ni acercarse por atrás.
Piense que puede ser un familiar cercano que va delante de usted, eso podría hacer que consideráramos buscar forma de proteger a cualquier ciclista.