“Cuando comentemos, tengamos la certeza de investigar sobre el tema para no decir cualquier cosa.”
Muchos migrantes digitales empezamos a utilizar las redes sociales ante la necesidad de actualizarnos en función del avance de la tecnología. Los niños y los jóvenes que nacieron en la era digital, hacen y deshacen con la tecnología, son nativos digitales.
Esa condición ha generado la necesidad de hacer nuestro mejor esfuerzo por comunicarnos en aplicaciones que son muy comunes en el lenguaje de los jóvenes: Instagram, WhatsApp, Facebook, Messenger, Skype, Twitter, Snapchat, entre otros. En reuniones de familia, todos utilizan su teléfono celular, ya no nos comunicamos cara a cara, nos enviamos mensajitos, memes u otro tipo de archivos estando a la par.
Los tiempos han cambiado de forma tan abrupta, que si no hacemos algo para retomar aquellos aspectos que son claves en la vida, tendremos una sociedad con grandes limitaciones comunicacionales en el futuro.
Por ejemplo: comer juntos, hablar en familia, visitar a la familia, realizar tertulias familiares el fin de semana, entre otras formas de unión y comunicación importantes. Veo con preocupación que ahora lo común es utilizar las redes sociales para descalificar, ofender y lastimar a las personas.
Muchos circulan videos o fotografías de personas con quienes alguna vez estuvieron relacionadas, pero por cólera los hacen públicos denigrando y violando su privacidad.
Casos en donde se utilizan las redes sociales para aprovecharse de la inocencia de personas y utilizar formas atractivas para encausarlas en actividades en las cuales se ponen en riesgo la vida y dignidad.
Hemos visto situaciones en las que se establecen supuestas amistades, que luego resultan en casos de acoso y violencia. Asimismo, casos en los que se crean perfiles falsos para –desde el anonimato– ofender y difamar a otros, expresando de esta manera lo que en forma transparente no se animan a decir.
En lo personal, informamos sobre alguna actividad o desarrollo de una estrategia, y existen muchos que entienden la dinámica, opinan, comentan, sugieren y critican, eso es válido.
Sin embargo, hay otros que se dedican a hablar de otros temas –sin relación alguna–, muchas veces utilizando lenguaje soez, eso en realidad es muy dañino para la sociedad. Cuando comentemos, tengamos la certeza de investigar sobre el tema para no decir cualquier cosa, porque lo que demostramos es que estamos confundidos y creemos saber más de la cuenta.