Gracias porque a pesar de las condiciones difíciles en las que desempeñan sus funciones, cumplen con su deber para beneficio de los guatemaltecos.
El pasado mes de marzo, el Woodrow Wilson Center (WWC) realizó el evento “Enfoques locales para abordar el delito y la violencia en las Américas: cómo pueden ayudar los servicios policiales más inteligentes y los enfoques descentralizados”, en el cual se señaló, que debido a que la violencia es uno de los mayores problemas que afronta la región, gran parte del cambio consiste en trabajar por instituciones más confiables para la prevención de la violencia y el delito.
Por su lado, la organización Insight Crime realizó un ranquin de los mejores y los peores cuerpos de Policía de la región, donde se evaluó cómo los latinoamericanos ven la integridad de la Policía, a través de la percepción pública de su participación en el crimen y la confianza que la población tiene en dicha institución.
Los resultados sitúan a Chile en primer lugar, quienes tienen la más alta calificación de confianza en la región; le sigue la Policía de Nicaragua de quien resalta, no solo el alto nivel de confianza con el que cuenta, sino que es la mejor calificada a nivel centroamericano; después está Ecuador, quien realiza una reforma policial a gran escala desde hace diversos años.
Es relevante mencionar el reciente caso de los Carabineros de Chile, donde diez elementos han salido de la institución por señalamientos de corrupción; por ese tipo de hechos, los países mejor calificados mantienen un proceso de reforma policial de manera permanente, porque estar en los mejores puestos de los ránquines no garantiza que los agentes estén libres de involucrarse en actividades ilícitas.
En el caso de Guatemala, la Policía Nacional Civil llega a su XX aniversario, en medio de un proceso de depuración que resulta ser necesario, y a veces poco comprendido por algunos; con acciones de profesionalización y dignificación que han resultado positivas, pero que aún falta fortalecer, en el entendido de que todo proceso que lleva a un nivel superior, necesita tiempo para consolidarse.
Por ello, un fraternal saludo a ese policía que nunca ha perdido la convicción desde el día que entró a la Academia y también para aquel que siendo al principio solo una opción laboral, encontró una vocación y una forma de servir al país; gracias porque a pesar de las condiciones difíciles en las que desempeñan sus funciones, cumplen con su deber para beneficio de los guatemaltecos.