Entre sus principales objetivos, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) está educar a la población sobre la importancia de cuidar a las especies animales y vegetales en peligro de extinción, y que estos forman ecosistemas como el bosque seco y las dunas costeras. Esta labor es desarrollada en conjunto con el Centro de Estudios para la Conservación de la Universidad de San Carlos (Cecon).
La labor de proteger y reubicar a las especies rescatadas es realizada exitosamente, gracias a voluntarios de distintas instituciones, entre estas la Asociación de Rescate y Conservación de Vida Silvestre (Arcas), que educa acerca del ciclo de vida de las tortugas parlama. Como parte de esa protección, desarrollan jornadas de recolección de huevos, con el fin de que estos completen su proceso de incubación y así prevenir que sean vendidos ilegalmente. También efectúa la liberación de parlamas recién nacidas en Monterrico.
Cuando las parlamas llegan a la edad adulta o necesitan desovar, regresan a la playa en donde fueron liberadas.
Voluntarios rescatan especies, como los mapaches para evitar su venta.
Los caimanes son objeto de estudio en el Cecon, por lo que la institución los protege desde que son huevos hasta caimanes adultos.
Arcas atiende a voluntarios que desean conocer más acerca de la fauna en las costas del Pacífico guatemalteco.
Un guardarrecursos del Cecon muestra el cascarón de un caimán que nació hace dos días.
