“Volver a contar lo que ya conté me causa dolor”, expresó una de las víctimas que compartió ayer su testimonio durante el juicio contra Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala, el cual se efectúa en el Tribunal de Mayor Riesgo A.
Ella, cuyo nombre se omite, junto a otras mujeres indígenas revivió la violencia sexual que sufrió por parte de los soldados hace más de 40 años en el conflicto armado interno en Quiché. Con la voz entrecortada y en su idioma natal detalló cómo el 16 de febrero de 1982, elementos del Ejército llegaron en helicópteros
a su comunidad y desataron el terror.
A pesar de sus intentos por huir a la montaña, las capturaron y se vieron forzadas a refugiarse en una choza, y el relato continúa con el testimonio de la forma en que presenciaron las ejecuciones de sus seres queridos.
5 de abril comenzó el debate por genocidio.
Además, describió cómo las sometieron a vejaciones sexuales. “El sufrimiento se prolongó por cuatro días, hasta que un hombre, en búsqueda de su propia familia, las encontró y las liberó”, refirió.
Lucas García, de 91 años, enfrenta acusaciones de genocidio, desaparición forzada y violaciones de los derechos humanos; en particular, contra el pueblo maya Ixil; por lo cual el Ministerio Público (MP) presenta los testimonios de 152 personas, respaldados por 81 expertos, así como más de 150 peritajes efectuados por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala.
Evidencias que arrojan luz sobre los horrores ocultos por varias décadas, en búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.