Con el objetivo de garantizar el acceso y la disponibilidad de alimentos ante cualquier posible crisis de seguridad alimentaria en el país, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) creó el Programa de Reservas Estratégicas de Granos Básicos.
Esta iniciativa permitirá almacenar maíz, frijol y arroz, que podrán estar a disposición de la población en casos de emergencia. Asimismo, servirá para reactivar la economía del sector agrícola del país y minimizará cualquier alza de precios por desabastecimiento en el mercado.
Saúl Campos, experto del Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Visan), explicó que el MAGA trabajará con dos tipos de reservas estratégicas: la primera contará con 280 mil quintales de granos básicos, y la segunda, una familiar, con 360 mil quintales por año, con un presupuesto estimado de Q100 millones.
“Se tiene proyectado atender a 400 mil familias, de 5 integrantes promedio. Esto equivale a 2 millones de personas que serían beneficiadas, en caso de emergencia”, aseguró Campos.
30 mil silos se entregará en todo el país, para la reserva familiar de alimentos.
Almacenamiento
La reserva nacional permitirá almacenar 200 mil quintales de maíz, 60 mil de frijol y 20 mil de arroz que, en caso de ser necesario, podrán ser racionados en porciones de 50, 15 y 5 libras de cada grano por familia, para 15 días en promedio.
Asimismo, con el proyecto de reserva estratégica familiar actualmente se entregan materiales para fabricar 30 mil silos metálicos con capacidad de 12 quintales. Además, se entregarán 550 silos plásticos con capacidad de almacenar 18 quintales. El presupuesto total destinado para esta intervención es de Q7 millones 515 mil.
“Este programa permitirá almacenar insumos suficientes para atender a medio millón de familias.” Saúl Campos Experto en seguridad alimentaria.
Con estas acciones el Gobierno de la República busca contribuir a la seguridad alimentaria de millares de familias guatemaltecas y reducir el impacto, de cara a una posible crisis de precios por factores como el riesgo a desastres naturales, la crisis global por alza de los precios de agroinsumos, transporte marítimo y combustibles, así como las limitaciones de la cadena de suministros, derivado de conflictos internacionales.