La guatemalteca Fátima Anzueto firma un libro centrado en la obra mural de la artista.
Si bien fueron figuras importantes en su vida, Rina Lazo fue mucho más que la discípula de Diego Rivera y la esposa de Arturo García Bustos. Con el objetivo de revalorizar la figura de la artista, la historiadora del arte guatemalteca Fátima Anzueto hace un recorrido por su obra en el libro Muralista mesoamericana, una historia sobre tierras fértiles.
Origen
Fátima Anzueto es una apasionada de la obra de Rina Lazo (Guatemala 1923 – Ciudad de México 2019), y eso mismo la hizo darse cuenta que solo un grupo reducido de personas conocía su trabajo. Su idea original era hacer una exposición-homenaje en vida, para lo que realizó una investigación y una entrevista con la artista. Al final la muestra no pudo ser, mas ese proyecto fue el motor de un sueño que se materializa en el primer libro que firma como historiadora del arte.
Tal y como su nombre lo indica, Muralista mesoamericana, una historia sobre tierras fértiles ahonda en la creación mural de Lazo. Pero Anzueto también mira a la infancia y juventud de la artista, antes de que viajara a México para estudiar en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. “La obra con la que ganó la beca casi nadie la conoce. Se llama Naturaleza muerta con Xipe y la pintó en el taller de Julio Urruela, ubicado en el Palacio Nacional”, relata la autora.
A partir de eso, Anzueto plantea cuál habría sido el destino de la mujer artista de haberse quedado en Guatemala en esa época. La historiadora lleva al lector hasta el primer mural de Rina, realizado en la Logia Masónica del Valle de México, y del cual ya no existe más que el registro fotográfico. En su momento, este obtuvo las críticas favorables no solo de Diego Rivera, sino de David Alfaro Siqueiros, otra figura del muralismo mexicano.
Apoyada en textos e imágenes, la autora da espacio a otras piezas como Tierra fértil. “Este es un punto clave, porque da cuenta de una muralista que se sube a andamios, en Guatemala, en la época en que lo hizo (la Contrarrevolución) y con las historias que surgieron durante esa creación”, manifiesta Anzueto.
Lazo siempre se definió como una muralista mesoamericana. “Cuando le encargan hacer las réplicas de los murales de Bonampak para el Museo Nacional de Antropología (México), se adentra en este concepto. Ella decía que había que ver hacia nuestros orígenes”, apunta Anzueto. De esta faceta también son ejemplo obras como Venerable abuelo maíz y El inframundo de los mayas, que la artista concluyó poco antes de su muerte, en noviembre del año pasado.
Para este libro, Anzueto siguió los pasos de Lazo durante no menos de dos años y mucha de la información es narrada casi en palabras de la creadora. La historiadora tuvo la oportunidad de entrar en su casa y en su taller, y compartir con ella detalles de su vida y obra. “Esta es una relectura de Rina no con ánimo feminista, sino con el de apreciar el trabajo de la artista. Es una pintora con valor y conocimiento, y hablar con ella era tener una visión más amplia de su forma de pensar”, concluye.