Un cortometraje ahonda en el equipo de futbol que viste traje ancestral en sus partidos.
Como realizador, Ernesto Abrego siempre está en busca de su voz cinematográfica. El director da un paso más en ese camino con Echeb’al, un cortometraje que retrata al equipo de futbol Xejuyup, originario de Nahualá, Sololá, y que ha atraído la atención del mundo al jugar con su vestimenta ancestral. El filme, que une la importancia de la cultura y el deporte, viajará este año hasta lugares tan lejanos como Nueva Zelanda.
Rescate
Hace un par de años, mientras realizaba una tarea, el guatemalteco Ernesto Abrego se topó con un artículo del New York Times acerca del Club Social y Deportivo Xejuyup. “Me pareció increíble y empecé a investigar sobre ellos y lo que hacían”, recuerda el cineasta.
Tiempo después, Abrego pudo contactar al entrenador del equipo y plantearle su idea. Sin haber escrito la historia, comenzó la labor de scouting, que incluyó visitar la comunidad, conocer a su gente e indagar en el proyecto: “Me contaron que la gente del pueblo ya casi no usaba los trajes originarios. Como el deporte es muy importante, buscaron preservar la cultura por medio de este usando esta indumentaria y no la de un equipo internacional”.
Elementos
Si bien el traje del Xejuyup tiene muchos significados, para escribir Echeb’al el cineasta se concentró en los cuatro elementos de la naturaleza. Estos se ven reflejados en muchos detalles, incluidas las locaciones: el lago de Atitlán (agua), la cadena volcánica alrededor de este cuerpo acuático (fuego), los bosques (aire) y un espacio de piedra de Nahualá (tierra).
“Mi objetivo siempre fue dar a conocer nuestra cultura y que como guatemaltecos podamos sentirnos orgullosos de ella”, apunta Abrego. El realizador agrega que aunque tal vez en el futuro el equipo ceda a las nuevas tendencias, para él era importante inmortalizar esta parte de su historia.
Este año este retrato de amor al pueblo, a la cultura y al deporte volará por el mundo. La empresa Film Supply será la encargada de exhibirlo en territorio estadounidense y, a finales de mayo, llegará a la Wairoa Māori Film Festival, la principal muestra de cine maorí e indígena de Nueva Zelanda. “A veces anhelamos hacer historias internacionales, pero hay que voltear a un lado y ver que hay muchas historias que están esperando a ser contadas”, concluye.