Estas son algunas de las propuestas que nos dejó la
5a. edición de esta celebración.
Cada año, desde 2014, nuestro país tiene una cita con la moda en la Mercedes-Benz Fashion Guatemala (MBFGT) y la alfombra roja se extendió la semana pasada para su quinta edición. Tanto el Salón Azaria (Paseo Cayalá) como la fashionista carpa blanca instalada a sus pies, se convirtieron en el escenario en el que diseñadores nacionales e internacionales marcaron tendencias para la primavera-verano 2019.
Románticos
Los tonos empolvados mezclados con delicados estampados acompañaron a las soñadoras de Lia Cohen, la diseñadora encargada de abrir la primera jornada de pasarelas de la MBFGT. A esa misma paleta hizo un guiño Stefano Giammattei, quien en sus creaciones femeninas, y ayudado por telas como el terciopelo, evocó unas hadas supersónicas que viajaron sobre calzado deportivo. Un toque de rosa y de sport hubo también en HRSTKA, aunque en la colección destacaron las mangas asimétricas y las rayas verticales.
A puro color
No habría primavera sin color y los contrastes intensos se manifestaron en muchas de las prendas. El print tropical cubrió los vestidos, pantalones y kimonos de la colombiana Pepa Pompo; y los fucsias y azules dominaron las eclécticas creaciones de la peruana Annaiss Yucra, cuya pasarela se convirtió en una denuncia de la violencia contra la mujer.
A resaltar los estampados de Filotea, la colección que Mynor Véliz presentó en el espacio Contemplation; y los de Integración Plástica, la línea de Vessel (Liza Carrillo) inspirada en la obra de Carlos Mérida. Ahora, si se trata de un colorido aún más guatemalteco, este se apoderó de los conjuntos de Estilo Quetzal y de las chaquetas denim de Levi’s.
Deslumbrante
La MBFGT brilló, ¡y mucho!, con prendas en tonos metálicos. El plata, las incrustaciones y una que otra transparencia apareció en los vestidos de Mariandrée Gaitán; mientras que la firma SAU Guatemala se rebeló con una colección inspirada en el tecnicolor y la década de los 80. La española Olga Recio también se dejó deslumbrar por el metal y muy llamativas fueron sus faldas, abrigos y vestidos de aire escultórico.
Entró la noche
Este baile de tendencias alcanzó su punto álgido con los diseños para cóctel y noche. No defraudó la marca Guishem, del guatemalteco Guillermo Jop, con vestidos y minivestidos de siluetas marcadas. De rosas, fucsias y su distintivo amarillo, vistió a sus modelos Ángel Sánchez. En una colección que evocó el glamur hollywoodense, el venezolano diseñó modernas versiones de cortes princesas, con volantes incluidos.