El viernes fueron presentados al mundo 2 monumentos y una estela de 2 mil 500 años de antigüedad.
En julio de 2017, el equipo arqueológico de Tak’alik Ab’aj (El Asintal, Retalhuleu) presentó un hallazgo clave en su historia: el Ombligo Mux, centro de esa ciudad en la que convergieron las civilizaciones olmeca y maya. La genialidad de esa cultura volvió a quedar en evidencia el viernes,
cuando fueron revelados 3 nuevos descubrimientos: los fragmentos de los monumentos 253 a y b, y la estela 86.
Pieza principal
El hallazgo se localiza en el eje ceremonial este-oeste del
yacimiento arqueológico, y la pieza estrella es el fragmento monumento 253 a. “Representa parte de una escultura de un poderoso gobernante olmeca, que en uno de sus lados porta los símbolos del pop (bandas cruzadas relacionadas con el trono y que también pueden observarse en el Mural Poniente de San Bartolo)”, explicó la arqueóloga Christa Schieber, quien durante la presentación estuvo acompañada de José Luis Chea Urruela, ministro de Cultura y Deportes.
El equipo bautizó el fragmento de 2 mil 500 años de antigüedad como el Abuelo, pues según Schieber, podría aludir al primer gobernante en la historia de Tak’alik Ab’aj. Una de sus principales características es que está colocado hacia abajo, debido a la creencia de que los ancestros descienden en picada. Otro detalle llamativo es que está mutilado, ya que que los trozos de personajes relevantes eran repartidos para fundar nuevos edificios, y así enlazar el pasado con una nueva etapa, indicó la experta.
Acompañantes
En el fragmento monumento 253 b puede distinguirse la cruz maya K’an. De acuerdo con la arqueóloga, esta se refiere al lugar de fundación cosmogónico y hace aún más importante al personaje, que la lleva como un símbolo de poder. La presentación se completó con la Estela 86, una roca lisa con un peso de 5 toneladas, colocada sobre piedras de cuña y también ofrecida al inicio de la construcción.
Aportes
Para Schieber, este descubrimiento refleja una sociedad sumamente madura, bien organizada y que trabajaba según un protocolo rígido. Además, recalcó su aporte al planteamiento de una nueva cronología de Tak’alik Ab’aj: “Es un dato muy sólido, que apoya lo que hemos definido como la transición de la era olmeca a la maya. Es un monumento con características olmecas, pero ya dedicado al cambio”.
Chea Urruela resaltó el esfuerzo de los equipos técnicos y especializados del yacimiento arqueológico. “Guatemala es riquísima en patrimonio prehispánico, que necesita no solo ser recuperado sino reconocido” dijo, y añadió que este hallazgo forma parte de otros proyectos, entre los que destaca incorporar el parque como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.