Para el cristianismo, la Pascua significa la fiesta máxima, pues conmemora la resurrección de Jesucristo tres días después de su crucifixión. Para otros, especialmente los países anglosajones y las nuevas generaciones, esta celebración se trata de conejos saltarines, huevos de colores y muchos dulces. La única realidad es que una cosa no está reñida con la otra y esta fiesta es un símbolo de esperanza, renovación y nueva vida que combina elementos religiosos y paganos. Por lo tanto, está plagada de curiosidades.
Conejos de leyenda
¿Alguna vez se ha preguntado cómo fue que los conejos saltaron de la madriguera a la Pascua? Pues bien, existen dos versiones de la historia. Según la leyenda cristiana, uno de estos animales fue testigo de la resurrección de Jesucristo y luego salió de su escondite para trasmitir la buena noticia y dejar, cada Domingo de Gloria, huevos de colores como recordatorio. Mientras, el mito germano cuenta que una mujer muy pobre escondía los huevos coloridos en su jardín para que sus hijos los encontraran. En eso estaban los pequeños cuando un conejo saltó de entre el césped, por lo que creyeron que este era el responsable de ocultarlos.
Huevos primaverales
Intercambiar huevos hechos de azúcar o chocolate es una costumbre extendida tanto en Europa como en algunos países de América, principalmente Estados Unidos. Sin embargo, esta tradición se remonta a las antiguas comunidades de Grecia y Egipto, que los obsequiaban al principio de la primavera como símbolo de renacimiento, continuidad de la vida y fertilidad.
La flor de la resurrección
Los lirios blancos son sin duda otra prueba de la belleza de la naturaleza, y pueden ser utilizados con fines ornamentales y medicinales. Sin embargo, para el cristianismo esta planta es considerada un símbolo de la resurrección de Jesús. ¿Por qué? Por algo tan simple como que alcanza su floración máxima en Primavera, una temporada que casi siempre coincide con el fin de la Semana Santa.
El dulce consumo
En Estados Unidos, después de Halloween, la Pascua es la celebración en la que más dulces se consumen. Aunque el chocolate es el rey del festejo, pues muchos conejos y huevos se fabrican con este producto, también abunda la ingesta de jelly beans y malvaviscos. La mejor prueba es que en 2017 los americanos gastaron en caramelos la exorbitante cantidad de US $18.4 billones (Q136.1 billones).
En la Casa Blanca
La Pascua ha sido siempre muy popular en Estados Unidos, por lo que en 1878 el presidente Rutherford B. Hayes instituyó una tradición: La carrera del rodado de huevo, que se celebra anualmente en los jardines de la Casa Blanca. En esta competencia, los niños deben empujar huevos decorados por el césped con la ayuda de una cuchara de madera de mango largo (espátula). Aunque esta fiesta fue cancelada durante el gobierno de Franklin D. Roosevelt, fue revivida por Mamie
Eisenhower, primera dama de 1953 a 1961.