Aunque el sol aún no se asoma, decenas de hombres flanquean el Santuario Arquidiocesano de San José. Es Domingo de Ramos y entre los devotos que esperan la salida de Jesús Nazareno de los Milagros, es imposible dejar de notar a 124 personajes ataviados con túnica, faldines, sandalias y cascos. El escuadrón de romanos josefinos es solo uno de los que en Cuaresma y Semana Santa acompañan los cortejos procesionales guatemaltecos para cumplir una penitencia, pero también para llenarlos de una vistosidad inspirada en la cinematografía.
Llegada de los personajes
De acuerdo con el historiador del arte Fernando Urquizú, la irrupción de los romanos en Cuaresma y Semana Santa tiene origen hispánico: “En el siglo XVI, los evangelizadores trajeron el teatro. En los autos sacramentales, estos personajes jugaban un papel muy importante mediante un acto llamado la Danza del centurión”. Añade que gracias a sus parlamentos, pronto se convirtieron en parte fundamental de los desfiles sacros.
Para la segunda mitad del siglo XIX, indica Urquizú, los romanos pasaron a ser figuras secundarias, mas esto cambió con la introducción del Capitalismo. “Con la venta de turnos para el sostenimiento del boato del culto su participación se hizo más activa. Empezaron a cargar los elementos del paso del viacrucis y aunque salieron de los discursos no perdieron su vistosidad”, explica.
Ben Hur fue clave
La intervención de los romanos tuvo una nueva revolución con ayuda de la cinta Ben Hur (1908). “La gente ya no aprendía en las iglesias y las escuelas, sino en el cine, y se tomó inspiración de los vestuarios para hacer las procesiones más atractivas”, expresa Urquizú.
Cuando el filme fue retomado en 1925, encabezado por el actor Ramón Novarro, la aparición fue aún más llamativa, pues quienes encarnaban a estos personajes eran hombres que se dedicaban a hacer ejercicio. Según Urquizú, la banda sonora de la Ben Hur de 1959, creada por el compositor Miklós Rózsa, hizo que a los cortejos se incorporaran timbales y trompetas.
Trascendencia
En la Capital es muy conocido el Escuadrón de Romanos de San José, fundado en 1955; y el de La Centuria Romana de El Calvario, que data de 1956. Sin embargo, este año el cortejo de Jesús Nazareno de la Misericordia (Guardia de Honor) también incluyó un grupo a caballo. En el interior del país destacan el de San Cristóbal el Bajo y el de la Merced, en Antigua Guatemala.
Urquizú afirma que su trascedencia está en la actualización, pues en Guatemala las tradiciones nacen desde un sentimiento popular y deben ser contempladas como tal.