¿Cuántas veces ha escuchado (o quizá pronunciado) aquello de que “Miguel Ángel Asturias es difícil de leer”? Mito o realidad, lo innegable es que el guatemalteco más universal escribió cuentos, novelas, poesías, ensayos, piezas teatrales e incluso libretos para ópera. Hoy, cuando se cumplen 118 años de su nacimiento y 50 de que se supiera ganador del Premio Nobel de Literatura, la invitación es a acercarse a su obra más allá de su edad o gustos. Después de todo, la mejor manera de honrar su legado es mediante la lectura.
Para niños, cuentos: nunca es muy temprano para descubrir a Miguel Ángel Asturias. Desde los 9 años, los infantes pueden deleitarse con El hombre que lo tenía todo todo todo y Los cuentos del Cuyito (Editorial Piedra Santa). El segundo se deriva de cartas que el autor escribió a sus hijos Rodrigo y Miguel.
En clave adolescente: para el público juvenil, Piedra Santa editó también El hombre que lo tenía todo todo todo (versión novela) y El espejo de Lida Sal. Estos libros vienen acompañados de guías de trabajo y actividades de comprensión de lectura.
Novelas esenciales: en la obra del escritor destacan especialmente sus novelas. Esenciales son El Señor Presidente, Hombres de maíz y claro está, su Trilogía Bananera: Viento fuerte, El papa verde y Los ojos de los enterrados. Resalta la colección de siete títulos de la Biblioteca Miguel Ángel Asturias, de F&G Editores.
También en verso: puede que la de poeta sea una de las facetas desconocidas de nuestro único premio nobel de Literatura. Sin embargo, este año Editorial Cultura rescató dos de sus trabajos más importantes en esta rama: Sien de alondra y Clarivigilia primaveral.
Abrazo artístico: aunque el mejor camino para llegar a Asturias es mediante la lectura, otras ramas del arte han abrazado su obra con adaptaciones. Este año volvieron a la escena teatral títulos como El Señor Presidente, Hombres de maíz y Chantaje. En cartelera actualmente se encuentra Mi voz en el umbral, acerca de la vida del escritor; y hoy las tablas reciben La ley del plátano, inspirada en La Trilogía Bananera.
El director argentino Marcos Madanes trasladó la creación de Asturias al séptimo arte con Tres historias fantásticas, Soluna y El Señor Presidente. De esta última y de Torotumbo, recientemente el Ballet Moderno y Folklórico llevó sus versiones a las tablas.