“Puede que todo esté mal en el mundo, pero la televisión nunca ha estado mejor”. Con esas palabras, el presentador Stephen Colbert dio el banderazo de salida de la 69 edición de los premios Emmy. En una gala muy dividida, debido en parte a la ausencia de la histórica Game of Thrones, destacaron los triunfos de Big Little Lies y The Handmaid’s Tale.
La conquista
Con un elenco digno de marquesina de Hollywood, Big Little Lies (Pequeñas mentiras) fue una de las ganadoras de la noche con cinco premios. Además del título de mejor miniserie, consiguió los de dirección para Jean-Marc Vallee y actuación femenina para la australiana Nicole Kidman, quien lució impecable en un vestido rojo de Calvin Klein. El programa de HBO también cosechó reconocimientos en las interpretaciones secundarias para Laura Dern y Alexander Skarsgård.
En la categoría de drama, The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada), basada en la narración homónima de Margaret Atwood, se llevó cinco estatuillas. Estas fueron la de serie, el premio más importante de la velada, dirección y guion. Su elenco tampoco se fue con las manos vacías, pues Elisabeth Moss y Ann Dowd se hicieron con los Emmy de mejor actriz protagonista y de reparto,
respectivamente.
El galardón de interpretación masculina dramática en un rol principal fue para Sterling K. Brown (This Is Us), cuyo discurso fue interrumpido por la producción por pasarse del tiempo reglamentario. Como actor secundario ganó el inglés John Lithgow, por su papel de Winston Churchill en la serie de Netflix The Crown.
Veep lo hizo otra vez
La comedia se desarrolló sin sorpresas, pues el máximo reconocimiento, mejor serie, fue nuevamente para Veep, de la cadena HBO. Por ese título y su rol de Selina Meyer, Julia Louis-Dreyfus hizo historia y consiguió el noveno Emmy de su carrera a la actuación femenina, mientras que en la masculina ganó Donald Glover (Atlanta).
En las interpretaciones de reparto de este rango, el voto popular fue para Kate McKinnon (actriz) y Alec Baldwin (actor) por el programa de variedades.