Aunque el desempeño durante el Campeonato Mundial de Abu Dabi (9-12), celebrado este año en mayo, prácticamente le aseguraba un lugar entre las 30 clasificadas en la categoría de -48 kg para los Juegos Olímpicos de París 2024, la espera de la confirmación se hizo larga para Jacqueline Arleny Solís Gutiérrez, quien apenas la semana pasada conoció el resultado final del ranquin.
Este boleto marca un hecho histórico, pues será la primera judoca femenina nacional en unas justas veraniegas. Antes lo hicieron Rodolfo Cano, Juan González, Jorge Quintanal, Darrel Castillo y José Ramos.
35 años cumplió la judoca, quien la próxima semana viaja a París.
Para Solís, una esposa y madre de dos hijas, de 35 años, este logro representa mucho más por los sacrificios que ha representado dejar a su familia para competir en el extranjero.
“Cuando era niña y empecé a practicarlo, pensé que el judo era karate. Fue hasta ocho meses después, cuando en una competencia me durmieron, que entendí que no se comparan y empecé a involucrarme más en el estudio de su filosofía”, reseñó la atleta.
“Después de que gané el bronce en Lima, hace dos semanas, se cerraron las clasificaciones en todo el mundo y muchos entendieron que ahí se cerró mi posibilidad de avanzar; no obstante, yo sabía que mi cupo lo aseguré en el Campeonato Mundial de Abu Dabi, aunque los puntos en Perú sí se sumaron”, explicó Solís.
“Siempre admiré a Mirla Nolberto, quien pudo ser la primera olímpica, pero lamentablemente no se le dio la posibilidad. A pesar de todo, logré ubicarme entre las mejores”, confesó.
Solís está enfocada en su preparación y aunque le gustaría ser parte de la ceremonia de inauguración, comenta que no asistirá debido a que sus pruebas comienzan un día después. “Los nervios los he aprendido a manejar con el tiempo. He competido en grandes escenarios en distintas partes del mundo, aunque pensar en pararme sobre el tatami olímpico sí me causa mucha ilusión”, reflexionó la originaria de Sacatepéquez.