Como deportista, la guatemalteca Euda María Carías Morales de Anguiano se especializó en el taekwondo cuando apenas comenzaba a formar parte del programa de los Juegos Olímpicos, con su mejor actuación en Atenas 2004.
Carías Morales logró entonces un Diploma Olímpico, concedido por haber alcanzado el quinto puesto en su categoría.
Esa generación de atletas pudo ser la que se convirtiera en bisagra para el deporte nacional, que empezó a figurar en podios panamericanos y a lograr clasificaciones para las máximas justas mundiales.
Datos personales
Nombre: Euda María Carías Morales de Anguiano
Edad: 39 años
Cónyuge: Erick Anguiano
Hijos: Matías, Sebastián, Natalia y Nicolás
“Fue una etapa de mucho trabajo y dedicación, no solo de los deportistas, sino de todos los involucrados, dirigentes, entrenadores y un gran equipo que se esforzó por llevar a lo más alto el nivel del taekwondo del país”, recordó la exseleccionada, retirada en 2011.
“El proyecto comenzó como un sueño para llegar a los Juegos Olímpicos y el camino se abrió poco a poco para nosotros hasta que se logró el objetivo”, contó la entrevistada.
“Nos preparamos muy bien, sabíamos que íbamos para dar batalla y que el hecho de estar ahí nos ponía entre los 16 mejores del mundo, pero no nos conformamos con eso y nuestro plan de entrenamiento fue muy exigente”, reflexionó la taekwondista.
“Yo competí el primer día y fue realmente maravilloso porque me enfrenté a la campeona asiática, de Malasia; en el segundo combate fui contra la monarca europea, de Austria, y al final me quedé en la semifinal contra la medallista de oro panamericana, de Cuba, que era muy fuerte; eso me permitió quedarme con el quinto lugar y obtener el reconocimiento del diploma olímpico, que fue una recompensa para tantos años de trabajo y sacrificio”, expresó.
“No fue tanto una sorpresa que se obtuvieran estos resultados, porque la preparación que tuvimos nos llevó por distintas partes del mundo y nos enfrentamos a los mejores, entonces ya sabían de nuestra capacidad, tanto de Gabriel (Sagastume), Heidy (Juárez) como de mí”, expuso Carías Morales.
“Mi campamento fue en Europa y tuve que terminar el colegio dos meses antes para poder viajar y siendo tan joven es difícil dejar a la familia para irse lejos, pero yo sabía que ese era el sacrificio que debía hacer para alcanzar mi meta”, explicó.
“El taekwondo es un arte marcial que enseña muchos valores y el alto rendimiento me dejó habilidades que me permiten enfocarme y afrontar cualquier reto con perseverancia y dedicación”, confesó la destacada atleta.
Carías Morales formó una familia con el exjugador de bádminton Érick Anguiano, con quien procrearon cuatro hijos y por motivos laborales vivieron en diferentes naciones, y fue hasta hace poco que regresaron para establecerse en Guatemala. Abrieron una academia de taekwondo junto a Federico Rosal, para llevar sus conocimientos a los más pequeños, aunque de sus hijos solo la damita ha seguido sus pasos, pues los mayores practican bádminton, como el papá.
