El piloto guatemalteco Ían Rodríguez sigue su preparación para el cierre de la temporada de LMP2 en Europa, que correrá sus dos fechas finales en Bélgica y Portugal, este mes y en octubre, respectivamente.
El joven conductor mantiene un ritmo intenso de trabajo físico, que lo ayude a superar las desgastantes horas tras el volante dentro de la diminuta cabina de su bólido y, sobre todo, en el aspecto mental para mantener la concentración en todo momento.
El domingo lo espera la pista de Spa-Francorchamps, que combina el nombre de dos poblados en Lieja, Bélgica.
“Gracias por la oportunidad. Me gustaría contar, para quienes todavía no lo saben, que la categoría LMP2 son carros que están entre un Fórmula 1 y 2, son los que compiten en las 24 horas de LeMans, la más importante del mundo, donde se encuentran pilotos como Juan Pablo Montoya, Paul Diresta, Nelson Piquet, todos con experiencia en la F1”, comentó el nacional.
“Dentro del automóvil se genera mucho calor y eso afecta la mente porque, aparte de los rivales, hay que compensar el consumo de gasolina y de neumáticos, lo cual genera estrés, y al ser una prueba de resistencia, mi condición física también es importante; por eso voy al gimnasio todos los días”, argumentó el atleta, quien se ejercita por hasta dos horas.
“Cuando comparto el volante por lo largo de las pruebas, mientras no estoy en el auto, mi trabajo es con los ingenieros del equipo; analizamos mi rendimiento por telemetría y vemos cómo se puede mejorar. Con una mirada es suficiente para saber que debo estar listo para el siguiente cambio”, contó Rodríguez.
“El grupo se enfoca en una estrategia, pero las circunstancias de carrera, como la entrada del safety car, una bandera amarilla o roja, pueden cambiar por completo los planes y hay que estar en comunicación con el centro de mando”, externó el entrevistado, quien comenzó su carrera a los 7 años, en kartismo.
“El clima es un factor que también influye, porque en la última carrera perdimos el podio debido a eso. Debemos mentalizarnos que tenemos un límite de consumo de gasolina por vuelta, y si nos pasamos, al siguiente circuito lo debemos compensar para no perjudicar al conjunto. Igual, el exceso de calor afecta los neumáticos que sufren mayor desgaste sobre la pista”, recordó Ían.
El guatemalteco, de 23 años, mantiene viva la ilusión de algún día llegar a uno de las escuderías de la Fórmula 1, aunque sabe que para ello necesitará el apoyo de más empresas que confíen en su talento al volante, pues es significativamente más caro que donde compite en la actualidad.