Xelajú MC derrotó 3-0 a Antigua GFC la noche de este sábado para darle la vuelta al resultado de ida (2-0) en el Estadio Pensativo y coronarse, por sexta vez, campeón del futbol nacional.
Los dirigidos por el guatemalteco Marvin Amarini Villatoro saltaron al terreno de juego del Mario Camposeco con la mentalidad de, al menos, igualar el resultado adverso del primer encuentro con los coloniales, pero enfrente se toparon con una defensa bien plantada.
Los occidentales nadaban contra la corriente, mientras que los aguacateros se notaban cómodos con la ventaja obtenida el miércoles por la noche en el Estadio Pensativo.
No obstante, en el minuto 36, el mexicano Raí Villa se anticipó con la cabeza a la salida del arquero Braulio Linares y mandó la pelota al fondo del arco.
En el segundo período los técnicos empezaron a mover sus bancas en busca de la anotación que les permitiera acomodarse mejor en la cancha, pero llegó el empate en la serie.
El ingreso de Frank de León le rindió frutos a Villatoro, pues en el minuto 52 recibió un balón pasado por su hermano Mynor para cruzar el remate y con el 2-0 igualar la final.
El partido llegó a la recta final y parecía que se prolongaría a los tiempos extras; sin embargo, De León volvió a sorprender con un remate raso y cruzado para poner a festejar a todos en el Mario Camposeco y a los otros miles que se quedaron en el parque y a la espera del resultado.
El festejo excesivo de Villa le costó la cartulina roja que Mario Escobar Toca le mostró sin dudar y el resto del tiempo, más los ocho minutos de compensación, Xela tuvo que jugarlos con 10 elementos.
Para el argentino Ramiro Cepeda fue el segundo intento frustrado de ganar el título en nuestro país, pues en diciembre pasado se quedó en la misma instancia contra Cobán.
Xelajú será el tercer cuadro nacional que participará en la Copa de la Concacaf, junto con Comunicaciones y los príncipes azules.
“Me quedo agradecido con esta afición que nos acompañó durante todo el torneo”, expuso De León, quien resultó ser el héroe superchivo.
“La idea de juego ya estaba plasmada y él (Amarini) me pidió que cambiara el partido y tenía en la cabeza esa idea y Dios me dio la oportunidad de cambiarlo todo con dos goles y es un sueño cumplido para mí”, sentenció.