El nadador Luis Carlos Martínez disputó este viernes, cerca de las 19:30, la final de la prueba de 100m mariposa en los Juegos Olímpicos de Tokio, instancia a la que ningún guatemalteco había llegado antes en esta disciplina.
Martínez, medallista panamericano, alcanzó su lugar en esta ronda decisiva con el octavo mejor tiempo, situación que lo ubicó hasta en el carril ocho de la prueba.
El nacional sabía que debía mejorar su técnica para bajar el tiempo, pues pese a que había roto su propia marca al establecer 51.29 en la ronda previa a las semifinales, no era suficiente para competir contra los tiburones de la talla del estadounidense Caeleb Dressel, el húngaro Kristof Milak o el suizo Noe Ponti, quienes coparon el podio.
Fue tal el esfuerzo y deseo de Martínez, que volvió a quebrar su propia marca, estableciendo el nuevo récord nacional en 51.09, a solo 35 centésimas de la medalla de bronce ganada por Ponti.
Dressel salió de la piscina con un nuevo récord mundial, establecido en 49.45, pero el orgullo de Martínez de ser el séptimo mejor del mundo no se lo opaca nadie.
“Han sido dos décadas de trabajo fuerte, yo solo espero que esto sirva de motivación para las nuevas generaciones de nadadores. En Guatemala hay talento, lo que se necesita es que quieran hacerlo”, dijo Martínez después de la prueba.
“Yo crecí en Guatemala y nadé en las mismas piscinas donde nadan todos hoy y ahora hicimos historia y fue a lo grande”, señaló el tritón.
“Yo quería una medalla, ese era mi sueño y quedé a solo centésimas. Todo estuvo muy cerrado, pero así es la natación, me voy contento”, añadió el nacional.
“Agradezco el apoyo incondicional de tanta gente que ha estado conmigo en los últimos cinco años. Estos triunfos son para mí, mi familia y toda Guatemala”, concluyó.