Barcelona, EFE.-
El Barcelona y el Atlético de Madrid firmaron un empate sin goles en el Camp
Nou (0-0) que deja La Liga en manos del Real Madrid, que reeditará el título si
ganan los 4 partidos que le quedan.
El encuentro por el liderato tuvo una parte para cada equipo. La primera, fue
claramente para los rojiblancos, mientras que los azulgranas mejoraron en la
segunda, donde tuvieron ocasiones suficientes para llevarse el duelo.
Sujetó el Atlético al Barsa desde el principio y, con el paso de los minutos,
fue encontrándose más y más cómodo al comprobar que podía mantener fácilmente a
su rival lejos de la portería de Oblak.
En cambio, en el otro área, Ter Stegen tuvo que emplearse a fondo en varias
ocasiones para evitar que los rojiblancos se adelantaran en el marcador en la
primera mitad.
Lo hizo a disparos de Llorente, Luis Suárez y Carrasco, después de que Lenglet
se tirara con todo para desviar a córner un remate de Correa. Y antes de que
Felipe perdonara el 0-1, en la última ocasión del primer tiempo, al rematar
alto, desde el punto de penal, a la salida de un córner.
El Barsa se fue al entreacto con la sensación de tener el partido cuesta arriba
al haber sufrido, contra pronóstico, el dominio visitante. Sobre todo a partir
de la media hora de juego, coincidiendo con el cambio de Ilaix por un aturdido
Sergio Busquets, que no podía seguir en el césped después de un encontronazo
con Savic y que acabó siendo trasladado al hospital.
Simeone también tuvo un contratiempo en forma de lesión, pues Lemar, una de sus
piezas importantes en la creación, dejaba su puesto a Saúl al marcharse renqueante
antes del cuarto de hora luego de una jugada fortuita con Pedri.
Con todo, el Barcelona, que había visto como el Atlético ni siquiera había
necesitado exigirlo presionándolo arriba desde el inicio, no encontraba
espacios para atacar ni desequilibrio en los duelos individuales para hacer
daño.
Solo algún chispazo de Messi reactivaba el ataque local. El 10 tendría la única
ocasión clara para su equipo en los primeros 45 minutos, en un eslalon marca de
la casa que acababa con un disparo que no encontraba puerta por poco.
Koeman, que hoy dirigía su segundo partido desde la grada por sanción, sentaba
a Mingueza y daba entrada a Araujo al descanso, y el central uruguayo pudo
hacer el primero al inicio de la reanudación, pero Lenglet le quitaba el remate
franco para cabecear forzado por encima de la portería de Oblak.
Luis Suárez replicaba en el otra área con un disparo forzado, pero al Barsa,
consciente de que debía asumir más riesgos porque el empate le alejaba más que
al Atlético del título, ya se le empezaba a ver otro tono.
Así, a la hora de juego, Hermoso tenía que sacar un remate de Ilaix para el 1-0
y Oblak intervenir a un cabezazo de Piqué y una lanzamiento de falta de Messi,
antes de que Mateu Lahoz anulara, por fuera de juego, un gol de cabeza de
Araujo.
Los azulgranas se habían activado mejorando en la recuperación y el Atlético
decidió recular buscando su oportunidad a la contra.
Pero Carrasco, el hombre más lucido del ataque madrileño, empezaba a acusar el
cansancio en casa transición, y el Barcelona tenía una nueva ocasión en un
cabezazo alto del recién ingresado Dembelé.
La última, en el minuto 90, la tuvo como siempre Messi, pero su lanzamiento de
falta se marchó rozando la escuadra derecha de la meta rojiblanca y, con él,
otro pedazo de título.