Getafe, EFE.- El Barcelona se estrelló contra la trampa táctica de José Bordalás y
perdió 1-0 frente al Getafe, que triunfó con el planteamiento de un entrenador
que consiguió anular al conjunto azulgrana con un entramado defensivo casi
inexpugnable coronado con el tanto de penalti de Jaime Mata.
Como casi siempre, el Getafe se presentó como un equipo incómodo que martillea
sin piedad en cada acción a sus rivales. Y más después de perder 3-0 frente a
la Real Sociedad la pasada jornada, con su orgullo herido por recibir tantos
goles cuando acostumbra a no encajar apenas.
El Barcelona amaneció frente al peor Getafe posible durante la primera media
hora, en la que no pudo respirar por la presión asfixiante de los diez
guerreros de José Bordalás. Desde los dos de arriba, el colombiano Juan Camilo Cucho Hernández y Jaime Mata, hasta los
cuatro de abajo, todos se aplicaron a fondo para desestabilizar la idea de
Koeman.
El técnico neerlandés rotó con la cabeza puesta en el Ferencvaros y sorprendió
con la inclusión del francés Ousmané Dembélé y de Pedri. También estrenó a
Sergiño Dest a pierna cambiada en el lateral izquierdo por la baja de Jordi
Alba y, por lo menos durante el tramo inicial del choque, parecía que poco
funcionaba en un grupo a merced del empuje azulón.
En esos 30 minutos, el Barcelona apenas pudo sujetar la pelota. Menos aún,
encontrar huecos para salir al contragolpe. Siempre había algún jugador del
Getafe acosando a sus rivales, sin tiempo para pensar y dar salida a la
verticalidad que anhela Koeman.
A excepción de un disparo al palo de Messi, el cuadro azulgrana presentó
ninguna versión de la mejor parte de su currículum. Y, esa ocasión, fue un
aviso de lo que iba a hacer Pedri cuando el Getafe bajara el listón. Demostró
tener una visión espacial impresionante que después convertiría en una
constante y no en una excepción.
Mientras el Barcelona conseguía hacerse con el control, el Getafe consiguió,
gracias a las filtraciones y a los movimientos del Cucho, generar peligro con robos rápidos y punzadas directas. En
una de estas, el colombiano cedió un buen pase a Nemanja Maksimovic que acabó
en el cuerpo de Neto tras un disparo envenenado del serbio desde dentro del
área.
Jaime Mata contestó con un disparo que se marchó fuera en un espejismo de lo
que el Getafe había sido en los primeros compases del duelo. El Barcelona no se
volvió a amilanar el resto del primer tiempo y rondó sin éxito el área de Soria
hasta el descanso.
En la reanudación el guión volvió al del inicio del choque, con el Getafe otra
vez con aire y fuerzas para incordiar al Barcelona en la salida de la pelota.
Lo consiguió y, al contrario que en la primera media hora, consiguió su premio
gracias a un penal claro de Frenkie De Jong sobre Djené Dakonam que no falló
Jaime Mata.
Con el 1-0, Koeman movió el banquillo y sacó al campo a los dos sacrificados al
inicio: Ansu Fati y Coutinho salieron por Dembélé y Pedri, que se despidió con
buena nota tras firmar un primer acto excepcional.
Prácticamente hasta el minuto 70, el Barcelona no volvió a asustar a Soria, que
no tuvo que esforzarse para ver como un disparo de Ansu Fati desde fuera del
área se marchaba lejos de su portería. Fue el único intento real desde el gol
del Getafe y hasta el final porque los hombres de Bordalás hicieron el campo
muy estrecho y pequeño.
Los minutos pasaron y el Barcelona, desquiciado, no pudo atravesar el muro del
Getafe, que incluso pudo hacer el segundo y el tercero con dos ocasiones
clarísimas del Cucho. El poste y un
disparo errático ante Neto que acabó por encima de la portería, lo evitaron.
Al final, Bordalás se llevó la victoria moral pese al último remate al palo en
propia meta de Djené en el tiempo añadido. Triunfó su táctica y el técnico
alicantino por primera vez pudo celebrar sumar tres puntos ante un grande:
jamás había ganado al Real Madrid, al Atlético o al Barcelona. Por fin lo
consiguió, fiel a su estilo, picando la mina como un martillo pilón hasta sumar
una victoria por insistencia.