Londres, EFE.- El Liverpool continúa aumentando la maldición del Everton, en un derbi de
Merseyside que lleva más de 10 años sin ganarlo, empatando este sábado a
domicilio (2-2) y perdiendo además al defensa holandés Virgil Van Dijk por
lesión.
Los de Jurgen Klopp, que están 3 puntos por detrás del Everton, se adelantaron
pronto a los 2 minutos tras una gran jugada colectiva en la que Andy Robertson
desbordó por la banda izquierda y puso el pase atrás para que Sadio Mané, que
volvía de una lesión, embocara a puerta.
La alegría pudo ser mayor para el Liverpool cuando en una falta al borde del
área, la pelota le llegó a Van Dijk, que fue arrollado por un torpe Jordan
Pickford. Era penal y probablemente roja para el arquero inglés, pero el VAR
determinó que había fuera de juego milimétrico del holandés, y todo quedó en
nada.
Van Dijk no pudo continuar y tuvo que ser sustituido por Joe Gomez. El
Liverpool notó la ausencia del holandés durante el resto del partido. Menos de 10
minutos después de esa acción, el colombiano James Rodríguez puso un córner al
punto de penal que remató Michael Keane y que dobló las manos de Adrián San
Miguel, titular por el lesionado Alisson Becker.
El meta español salvó un mano a mano en la segunda parte con Dominic
Calvert-Lewin, y tuvo la suerte de que la madera despejara un remate de cabeza
de Richarlison antes del 1-2 del Liverpool.
Llegó el tanto visitante después de un centro de Jordan Henderson, que lo
despejó mal Yerry Mina y Salah lo engatilló a la red.
Sin embargo, el Liverpool seguía careciendo de la contundencia atrás de Van
Dijk y lo pagó. Lucas Digne se fue por la banda a 10 minutos del final, puso un
centro muy llovido y Calvert-Lewin se elevó por encima de Robertson para
cabecear picado lejos del alcance de Adrián (2-2).
El Liverpool las tuvo para el 2-3, pero una doble intentona de Mané y de Diogo
Jota la salvó Pickford. Jugó los últimos cinco minutos con un jugador más, por
expulsión de Richarlison por una fea entrada sobre Thiago Alcántara, y llegó
Henderson a marcar el gol del triunfo, pero el VAR lo anuló por un fuera de
juego casi inexistente y los Reds se tuvieron que conformar con el empate.