Atletas relatan sus experiencias durante el confinamiento.
La atleta de salto de longitud, Estefany Cruz, tomó la iniciativa de preguntarles a sus colegas de otras disciplinas sobre cómo han sobrellevado la pandemia, cuando estamos a punto de la reactivación de entrenamientos en espacios federados.
La convocatoria tuvo interesantes respuestas, y en las siguientes “historias cortas” mostramos el sentimiento de los deportistas nacionales.
Estefany Cruz (atletismo)
“El confinamiento para mí ha sido una etapa fuerte. Al principio pensé que iba a ser de unas semanas, pero se alargó más. Mi rutina se basaba antes en casi solo llegar a dormir a mi casa, y de eso pasé a estar en mi casa todo el día.
Mentalmente me sentía bien y seguía entrenando, motivada pensando que iba a poder competir pronto. Después las competencias se fueron cancelando, lo que hacía que me costara estar motivada. Compré una caminadora y otros implementos deportivos. Ya con esto empecé de nuevo y, asimismo, se empezó a unir mi familia. Ya todos estábamos haciendo ejercicio. Esto me causó felicidad y aumentó mis ganas de seguir entrenando y uniéndome a retos para hacer más entretenido el encierro.
Los demás atletas y sus historias me han motivado, todos tenemos un objetivo distinto pero todos tienen metas y a eso le apuntamos. Guatemala nos necesita, y sé que cada uno ha puesto de su parte para sacar lo mejor de sí”.
Paula Guillén (ciclismo)
“Ha sido algo difícil, pero al final fue algo que necesitaba, porque estaba un poco cansada de mi rutina diaria (entrenar, cocinar, trabajar, volver a entrenar y dormir).
En el segundo mes me quedé sin el ingreso de mi trabajo, y el que ha sido mi ingreso extra desde hace años se convirtió en mi única entrada económica, mi venta de arándanos. Así que tuve que ir a la calle y convertirme en distribuidora y, según mis entregas, me quedaba tiempo para entrenar en la mañana o en la noche.
Ha sido un tiempo difícil como deportista, pero como emprendedora he crecido un montón”.
Jean Márquez (futbol)
“Primero traté de mantenerme físicamente, hasta cuando cancelaron las competencias, después tomé de 10 a 12 días de descanso y me reactivé con una planificación, comenzando por los horarios y el tipo de ejercicio que haría cada día.
Después comenzamos a entrenar por Zoom con mi equipo, y ya fue más fácil adaptarme y buscar elementos para hacer ejercicios desde la casa. No ha sido sencillo, pero considero que ya me adapté a la situación”.
Mayra Herrera (marcha atlética)
“Los primeros días de aislamiento social y confinamiento en casa fueron una montaña rusa de emociones, un auténtico estrés, un cambio drástico de vida, algo que no podía creer que estaba pasando, pues nunca pensé vivir algo así, y quería creer que estaba soñando, porque era algo que solo había visto en películas.
Tenía planes de competencias y un trabajo de años, buscando estar en mis terceros Juegos Olímpicos, y darme cuenta de que ya no estaba en mis manos fue muy duro.
El Covid nos ha enseñado muchas cosas, en mi caso he podido encontrarme y empecé a hacer cosas que ya no hacía y había dejado de darles valor”.
Jorge Imeri (pentatlón moderno)
“Entre las cosas positivas he tenido tiempo de relacionarme más con mi familia, aunque también he tenido que ser creativo para idear formas para mantenerme en buen estado, así como aprender de diferentes temas. He aprovechado el tiempo para mejorar mi relación con Dios.
Entre lo negativo he pasado por pequeñas depresiones y momentos en los que no quiero hacer nada, derivado del encierro y de la cancelación de competencias (JJ. OO.) y objetivos, pero entendiendo que es parte de un proceso”.
Sofía López (baloncesto)
“El primer mes me dediqué a descansar de manera obligada por el encierro, y creo que sucedió justo cuando lo necesitaba, porque la rutina diaria es muy cansada. Así que me lo disfruté durmiendo, comiendo lo que quería, no hice ejercicio constante y compartí tiempo con mi familia.
Me di cuenta que había subido de peso y reflexioné. Retomé mis hábitos alimenticios, rutinas y establecí horarios para trabajar, entrenar y divertirme. Empecé a notar los cambios, y eso me mantiene motivada. Es normal que haya días buenos y malos, pero para eso no se debe descuidar la salud mental”.