Madrid, EFE.- Este miércoles, 13 de mayo, se cumplen 70 años de la disputa del primer gran premio de la historia del Mundial de Fórmula Uno: fue el de Gran Bretaña de 1950, oficialmente Gran Premio de Europa, disputado en el circuito inglés de Silverstone, que terminó con la victoria del italiano Giuseppe Farina a los mandos de un Alfa Romeo 158, al que asistieron 120 mil espectadores y en el que compitió un príncipe tailandés, un barón suizo y un músico de jazz en una parrilla con 39 años de promedio de edad entre los pilotos.
El nombre oficial de la primera carrera del campeonato fue The Royal Automobile Club Grand Prix d’Europe, denominación a la que se agregó The British Grand Prix, y fue la primera de las siete que conformaron el calendario de aquella edición inaugural. Era la primera vez que el título de Grand Prix se concedía a una carrera organizada fuera de Italia o Francia.
Después de 70 vueltas al trazado, el ganador, desde la pole position, obtenida la víspera, fue Farina, y lo hizo con un tiempo de 2:13:23.600. Lideró un triplete de Alfa Romeo y aventajó en 2.6 segundos a su compatriota Luigi Fagioli y en 52 al británico Reg Parnell, que completó el primer podio del certamen. Nino Farina acabó primero la temporada para convertirse en el primer campeón del mundo de la disciplina reina.
El tercero de los miembros de “Las Tres F” de Alfa Romeo, junto a Farina y Fagioli, el argentino Juan Manuel Fangio, que acabó ganando cinco mundiales en su carrera, no pudo terminar el primer gran premio de la historia por culpa de una fuga de aceite en su 158.
En la carrera, Farina, Fagioli y Fangio cumplieron con el favoritismo que les otorgaba su superioridad mecánica y se escaparon del resto de un grupo que estaba formado por una mezcla de Maserati ya envejecidos, ERA, Talbot y Alta, recuerda la web oficial del campeonato.
Después de 70 vueltas y casi 2 horas y cuarto de carrera, durante las cuales el trío líder había intercambiado lugares varias veces, fue Farina el ganador por delante de Fagioli. Pero fue Parnell y no Fangio quien completó la barrida de los Alfa Romeo después de que el posteriormente legendario piloto argentino se viera obligado al abandono con un conducto de aceite roto, posiblemente como resultado de pasar por encima de una paca de paja en la zona de Stowe.
Parnell tuvo más suerte y consiguió acabar en el podio pese a atropellar a una de las muchas liebres que habitaban en la zona de Silverstone. Según los informes de la época, el animal causó una importante abolladura en el capó del coche del piloto británico.
Desde 1952 hasta 2011 Woodcote fue la última curva de Silverstone, pero para la cita inaugural del campeonato mundial, la arrolladora derecha fue la primera curva del circuito de 4.6 km y, por lo tanto, la primera abordada en la historia de la Fórmula Uno.
A partir de ahí los pilotos tenían que sortear otras seis curvas: Copse, Maggots, Becketts, Chapel, Stowe y Club, antes de llegar a la última, Abbey. La calle de garajes o pit lane y la parrilla de salida estaban situados entre Abbey y Woodcote, con los coches alineados para la salida en formación 4-3-4.
Se estima que hasta 120 mil espectadores acudieron a Silvertone el día de la carrera, aunque el más importante de todos fue el rey Jorge VI, que asistió con la reina Isabel, la princesa Margarita y los invitados Lord y Lady Mountbatten. Sigue siendo la única vez que un monarca reinante ha asistido a una carrera de coches británica.
Entre los 21 pilotos que tomaron la salida se encontraban el príncipe Birabongse Bhanudej Bhanubandh, más conocido como el príncipe Bira o B. Bira y un destacado piloto y miembro de la familia real tailandesa; y el barón Emmanuel Toulo de Graffenried, un piloto suizo que había ganado la edición de 1949 de la carrera británica en la época anterior al campeonato del mundo.
Bira, que hasta 2019 era el único tailandés que compitió en la F1, desde 2019 lo hace Alexander Albon, primero con Toro Rosso y ahora con Red Bull, clasificó a su Maserati 4CLT/48 en quinto lugar en Silverstone, pero luego se retiró de la carrera cuando se quedó sin combustible. De Graffenried, con la misma máquina, tampoco pudo ver desde su auto la bandera a cuadros, en su caso por una avería en el motor.
Otra de las curiosidades de la primera carrera de la historia del Mundial de Fórmula Uno la protagonizó un conocido músico de jazz de la época. El belga de nacionalidad y londinense de nacimiento Johnny Claes, líder de la banda Johnny Claes and the Clay Pigeons, terminó la carrera, clasificó con su Talbot undécimo y último de los que acabaron a seis vueltas de Farina.