Madrid, EFE.- El Real Madrid tuvo en su mano recuperar la autoridad perdida en el
Santiago Bernabéu, en un partido en el que pudo golear gracias a la inspiración
de Benzema que impulsó la mejoría en una primera mitad de gran futbol, antes de
pagar la relajación cuando puso su mente en el estreno en la Liga de Campeones.
Necesitaba el Real Madrid un triunfo que le diera confianza, que fuera
enterrando las dudas de una imagen que acercaban más al pasado que a un inicio
ilusionante. Y lo firmó con una imagen impecable en el primer acto pero sin
desterrar la intranquilidad en cuanto rebajó la intensidad en el segundo,
cuando puso la mente en el inicio del camino de la Champions con la compleja
visita al PSG.
Antes de jugar con fuego, el equipo de Zidane exhibió físico con presión alta. Mostró
actitud para reaccionar con un futbol directo letal a un inicio de mejor juego
de un Levante que no supo contrarrestar la velocidad, ni con un defensa de
cinco de Paco López que nunca encontró soluciones.
La actitud lleva a triunfos necesarios que impulsen la confianza. La puso el
Real Madrid con un once marcado por las circunstancias. Lesiones que dejaban un
centro del campo despoblado ante las que apareció James para imponer criterio,
ritmo y calidad. La ausencia por sanción de Bale arriba, que respondió con
liderazgo Benzema demostrando su madurez en la definición.
Un Levante que jugaba con la tranquilidad de no tener nada que perder luego de
dos triunfos consecutivos, salió valiente y se llevó un buen revolcón. Pudo
marcar primero en minutos en los que encontró vías para hacer daño. Con Morales
apareciendo a espaldas de Marcelo y Duarte rozando el poste a una falta bien
puesta por Rochina.
El poste evitaba el primero tras disparo de Lucas Vázquez antes de que el
empuje madridista encontrara el premio en el acierto de Benzema. Pase medido de
Carvajal y testarazo inapelable. La mejoría en la definición del francés lo
convierte en el goleador que siempre se le pidió que fuera. En seis minutos
firmaba un doblete.
Un despeje blando de Postigo caía a James que amenazó con el disparo antes de
asistir para que Benzema definiera con confianza de primera. Corregidos los
errores del primer partido liguero en el Santiago Bernabéu contra el
Valladolid, desató momentos de diversión frente a un Levante atropellado. Así
al fin aparecía Vinicius con velocidad para asistir con calidad la llegada con
potencia de Casemiro para firmar el tercero.
Nada podría mejorar en la segunda parte para el Real Madrid que habría deseado
el final al descanso para pensar en París. Rebajó su esfuerzo y permitió la
reacción del Levante gracias al tanto que nunca quiso marcar Borja Mayoral. Sin
cláusula del miedo exhibió sus cualidades en punta y no perdonó cuando Clerc le
puso un balón perfecto para superar por bajo a Courtois. Era el minuto 49 y el
aviso de que la siesta podría tener castigo.
La afición madridista tampoco permite bajones de intensidad por lo sufrido el
pasado año. Un error de Carvajal en salida de balón provocó el aviso con
silbidos. Rochina perdonó apretar el partido y al toque de atención volvió a
salir el liderazgo de Benzema. El poste evitó su triplete a un gran disparo con
rosca.
A la hora protegió Zidane a Ramos y Casemiro para la Liga de Campeones.
Desprotegió su centro del campo y lo pudo pagar caro. Llegó el deseado estreno
de Hazard que en su primer balón dejaba solo a Vinicius para que el brasileño
se estrellara con su asignatura pendiente, el gol. Cuando al final lo firmó se
lo anularon.
Unos segundos sirvieron para que apareciera la conexión repleta de calidad de
James con Hazard, pero no la plasmaron en gol. El Real Madrid perdonó y acabó
reencontrándose con el nerviosismo. Otro error de concentración defensivo
permitió a Melero marcar el segundo, apareciendo en el segundo poste sin
oposición, y apretar los 15 minutos finales.
Pudo golear el Real Madrid y acabó pidiendo la hora, salvado por su portero,
Courtois, que sacó en el tiempo añadido un remate de Vezo que pudo hacer volar
dos nuevos puntos del Santiago Bernabéu.