París, EFE.- La primavera no se manifestó en París, que dio un día nublado, con un
viento endiablado y un termómetro que penaba para marcar 15 grados, condiciones
poco favorables al tenis en plena jornada de semifinales de Roland Garros.
El viento no se tomó un respiro, pero la lluvia, amenazante, aguardó a que
acabara el primer duelo histórico en el que el español Rafael Nadal fue un
vendaval que se llevó por delante al suizo Roger Federer. Por vez primera en
cinco años. Como siempre en París, donde el balear disputará su duodécima final
en busca de su duodécimo título.
Luego, a medida que la tarde se iba haciendo más desapacible, comparecieron en
la pista el serbio Novak Djokovic y el austriaco Dominic Thiem para desafiar a
Nadal, pero entonces se abrieron los cielos y, cuando el austriaco avanzaba
decidido a anotarse el tercer set frente a un serbio amenazado, se aplazó el
partido hasta el día siguiente.
La decisión no gustó en el clan de Thiem, que dominaba 6-2, 3-6, 3-1 y
servicio, mientras fue mejor recibida en el del serbio, que tardó poco en
marcharse del complejo.
Buenas noticias para el tenista español, que ve cómo su cota de favorito crece,
por la fortaleza que muestra y porque su rival tendrá, como carga añadida, el
descontrol del programa.
El rival de Nadal habrá jugado tres días consecutivos antes de la final, que
está programada para el domingo con la apostilla clásica de “si el tiempo no lo
impide”, porque la previsión para ese día también augura lluvia.
Damas conocen a finalistas
Antes de que se torciera el tiempo ya habían terminado las dos semifinales femeninas, que los organizadores programaron por la mañana de forma simultánea en dos pistas secundarias, decisión que generó disgusto en la asociación de tenistas femeninas, que la consideró un agravio.
La australiana Ashley Barty, octava favorita, y la checa Marketa Vondrousova, 38 del mundo a sus 19 años, se clasificaron para su primera final, al derrotar, respectivamente, a la estadounidense Amanda Anisimova, 51 del ranquin, y a la británica Johanna Konta, 26.
Barty, que se asegura ser 3 del escalafón -2 si gana el torneo-, acabó domando a la fiera Anisimova, de 17 años y que, pese a esta derrota, ha dejado su impronta en París. Ya se la compara con Serena Williams, por su nacionalidad estadounidense, y con Maria Sharapova, por su país de origen.
La que sí logró llegar a la final, y sin perder un set, fue Vondrousova, de 19 años, la más joven finalista de un Grand Slam desde la danesa Caroline Wozniacki en el Abierto de Estados Unidos de 2009.
La checa, que se plantó en París como la tenista que más victorias había conseguido en el circuito desde el pasado Abierto de Australia, remontó en cada uno de los sets en los que su rival tuvo servicio para anotarse la manga.