Londres, 12 feb
(EFE).- Acostumbrado a que las noches europeas le cieguen y le reduzcan a
equipo del montón, el Paris Saint-Germain tornó su habitual somnolencia en el
Viejo Continente en pesadilla y devoró a un Manchester United (0-2) absorto en
un favoritismo que nunca existió.
Los parisinos, llevados de la mano del gran planteamiento de Tuchel, que cansó
y maniató a los diablos rojos, dieron la estocada en una segunda parte que
evidenció la mayor competitividad de quienes vistieron de blanco este martes.
Los goles de Presnel Kimpembe y de Kylian Mbappé dejan la eliminatoria de
octavos de final prácticamente decantada, en la que Ole Gunnar Solskjaer, que
vio rota su racha de 11 partidos invicto, necesitará de su primer milagro como
entrenador del United para estar en cuartos.
Un minuto de aplausos, en homenaje al fallecido jugador argentino Emiliano
Sala, dio paso a una primera parte en ofrenda al juego duro y a la especulación
clásica de las eliminatorias a doble partido.