Cuando Hernán Darío Bolillo Gómez se fue de Guatemala, luego de fracasar al frente de la Selección Nacional de Futbol tratando de llevarla a su primer mundial, en Sudáfrica 2010, dijo muchas cosas que molestaron en el medio nacional, entre otras, que no hay jugadores en el país para conformar una selección.
Gómez se refugió en su tierra hasta que Panamá lo mandó a llamar para hacerse cargo de la roja canalera, logrando llevar a esa Selección a su primera cita mundialista en Rusia 2018, pero después de regresar sin puntos y una red cargada de goles optó por la salida fácil.
Ahora ha vuelto a Ecuador, donde se le considera un héroe porque también los llevó a su primer Mundial. El equipo de la mitad del mundo se enfrentará a hoy a Guatemala en el Toyota Park de Chicago, con el mensaje de los futbolistas chapines que conforman la azul y blanco de que sí hay talento.
Resultados diferentes
El tricolor ecuatoriano venció el viernes a Jamaica (2-0), mientras que Guatemala cayó 0-3 con Argentina, que utilizó a 7 mundialistas de entrada. Para los de Wálter Claverí, una victoria podría ser un revulsivo para empezar a salir de la zona pantanosa de la clasificación de la FIFA, luego de caer hasta el puesto 146 por la suspensión de casi 2 años.
Los ahora dirigidos por el Bolillo ocupan la posición 60, luego de perder 50 escalones en 5 años, y después de perderse el certamen ruso.
Claverí ha insistido en darle a la azul y blanco un estilo de juego propio, aunque en ciertos pasajes de los partidos puede ser desesperante. “Queremos que Guatemala tenga un estilo de juego, un modelo. Que juguemos a algo, no al pelotazo. Debemos ser fieles a nuestro estilo. Al menos yo me moriré con eso”, dijo el técnico nacional.
Para Gómez todavía hay mucho trabajo por hacer con sus dirigidos. “Lo que queremos ver en estas fechas FIFA es las individualidades. Salgo tranquilo porque saco conclusiones individualmente. Colectivamente no puedo hablar nada”, comentó el entrenador.