Rusia es un país rico en cultura de las bellas artes, y el ballet ha sido una de sus mayores aportaciones; aunque en el presente siglo sigue anclado en la tradición y no se desarrolla tan intensamente como en occidente, su escuela legendaria sigue produciendo bailarines de gran nivel técnico.
El zar Pedro el Grande fue quien estableció la enseñanza obligatoria de baile a los alumnos de los colegios para la nobleza. Así, los siervos de los hijos de los cortesanos se convirtieron en los primeros alumnos de la escuela de ballet de Rusia.
Todo esto hará un contraste colorido con la integración de la Copa del Mundo de la FIFA, que este jueves hará rodar el balón en busca de un nuevo campeón.
Los viajeros de distintas latitudes podrán encontrar esa fusión cultural con el deporte, en la cual, además de la danza, se incorporarán obras musicales y los museos que albergan pinturas y esculturas de su historia ancestral.
La música clásica que hará recordar a compositores como Mili Balakirev, Cesar Cui, Modest Musorgski, Nokolai Rimski-Korsakov y Aleksandr Borodin, conocidos como Los cinco, o el legendario Piotr Ilia Chaikovski.