Un nuevo escándalo golpea al futbol nacional, luego de que en una demanda contra la FIFA, en Brasil, salió a luz el nombre de Rafael Salguero, quien habría pedido dinero a cambio de la aprobación del uso de espuma para señalar los tiros libres en los campeonatos oficiales, dio a conocer esta semana el New York Times.
Sigue sin conocerse el paradero de Salguero, implicado en el caso FIFA-Gate, aunque se sospecha que es un colaborador eficaz de la fiscalía estadounidense que ve este caso.
Antecedentes
Los empresarios Heine Allemagne, de Brasil, y Pablo Silva, de Argentina, unieron esfuerzos con la marca Spuni, para unificar ideas similares y desarrollaron el 9.15 Fair Play, un aerosol evanescente que permite demarcar la distancia entre el punto de una falta y dónde debe colocarse la barrera, que, según el reglamento de la FIFA, es de 9.15 metros.
Los empresarios, que habían negociado con la FIFA, dijeron en su alegato que los tomó por sorpresa un correo de Christian Volken el cual ofrecía 500 mil dólares (Q3.7 millones) por las patentes del producto, cifra que consideraron “ridícula, una falta de respeto. Estimábamos entre 20 y 30 millones de dólares (entre Q147.8 y Q221.7 millones)”, dijo Silva.
A pesar de la molestia, enviaron a Brasil 300 latas del producto para cumplir con el compromiso previo con Blatter, pero durante el Mundial 2014 las latas se usaron con el logo tapado y después del estallido del escándalo FIFA-Gate no hubo quién se hiciera responsable.
Silva y Allemagne acudieron a la Justicia señalando que la FIFA permitió que la compañía mexicana Comex, adquirida por la estadounidense PPG, auspiciara el aerosol utilizado durante la Copa América Centenario 2016, que conquistó Chile.
Allemagne incluso alegó que afirmaron ser “el espray de la Copa del Mundo, con el consentimiento de la FIFA”.
El juez brasileño Ricardo Lafayette Campos dio curso a esta demanda desde diciembre, pero no hubo respuesta del sitio donde se entregó la notificación, lugar que utilizó la Federación Internacional durante Brasil 2014.
Lafayette, después de un tercer intento, exhortó a la FIFA para pronunciarse antes del 19 de este mes, o de lo contrario la juzgará en rebeldía, informó el medioestadounidense.
Salguero, en escena
Silva, por su parte, denunció que fue Salguero quien hizo el acercamiento de PPG con Spuni. “Pidió quedarse con una parte”, señaló el argentino, quien dijo tener los correos para demostrarlo. Al guatemalteco se le reclama por el caso FIFA-Gate 5.13 millones de dólares (Q37.9 millones) en concepto de salarios y otros beneficios.
*Con información del New York Times.