El peleador estadounidense de padres guatemaltecos Heinrich Elías Wassmer Vargas volverá a subir al octágono de las Artes Marciales Mixtas (MMA) en el certamen Combate de Estrellas, el 13 de abril en Los Ángeles,California.
Wassmer, quien mide 1.65 metros y pesa 125 libras, pelea en la categoría mosca y se ha distinguido por ingresar siempre en el área de contienda de la liga Combate América con la bandera de Guatemala, pues dice sentirse chapín, luego de vivir su infancia en la colonia La Florida, Mixco.
“Mi papá nació en Santa Lucía Cotzumalguapa, pero es de familia de inmigrantes alemanes de la posguerra, y mi mamá es capitalina, y decidieron darme un nombre que mezclara mis raíces. De niño fui a la escuela en Guatemala y siempre me he sentido chapín, a pesar de haber vivido más tiempo en Estados Unidos”, explicó el experto en jiu-jitsu, que disfruta de desayunar huevos con frijoles y café con champurrada.
“El Combate de Estrellas es un certamen grande, que reúne a los peleadores más importantes de cada categoría, tanto en la rama masculina como femenina, y para mí es un honor representar a mi país en una plataforma tan grande”, refirió desde su casa en el oesteestadounidense.
Con registro de 6 peleas ganadas, 2 perdidas y 0 empates, Wassmer, de 27 años, enfrentará a Michael Reyes (3-4-0), otro californiano de origen latino.
“Conozco a Michael, hemos entrenado juntos anteriormente, yo he ido a su gimnasio y él ha venido al mío, pero somos de equipos diferentes, y como profesionales debemos enfrentarnos para bien del espectáculo, no es nada personal”, refirió.
La juventud no fue tan sencilla para Heinrich, y le tocó aprender a la mala, pues a los 15 años una noche, viviendo en Nueva York, salió con sus amigos a una fiesta, y en una trifulca recibió un balazo en la pierna, fue allí cuando entendió que iba por el camino equivocado.
“Me dolió más tener que decirles a mis padres qué me había pasado, que el balazo en sí; eso me hizo cambiar la forma de ver la vida y me mudé a Los Ángeles y empecé a entrenarme con mi hermano pequeño; después de la tercera pelea yo estaba seguro de que esta era mi segunda oportunidad”, confió el deportista, ahora padre de una niña de 4 años.