Madrid, 21 feb (EFE).- Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, se mostró contento por haber disputado su partido oficial 550 con la camiseta blanca, pero dio prioridad al triunfo sobre el Leganés (1-3) en el partido aplazado de la decimosexta jornada de La Liga Santander.
Autor del último tanto, conseguido de penal, Ramos ha jugado 382 encuentros de Liga, 109 de Liga de Campeones, 40 de la Copa del Rey, doce de la Supercopa de España, 4 del Mundial de Clubes y 3 de la Supercopa de Europa.
Al término del encuentro, Florentino Pérez, presidente madridista, le entregó en el vestidor de Butarque una camiseta con el dorsal 550. El internacional se convierte en el décimo jugador en la historia del club que alcanza esta cantidad de partidos después de Raúl González (741), Íker Casillas (725), Manuel Sanchís (710), Carlos Alonso Santillana (645), Paco Gento (601), Fernando Hierro (601), José Antonio Camacho (577), José Martínez Pirri (561) y José Miguel González Míchel (559).
“Estoy contento por jugar mi partido 550 y por contribuir con un gol a la victoria. En el plano personal no se puede pedir más”, señaló Ramos, quien aseguró que lo importante era “acortar un poco más las distancias y estas últimas victorias vienen bien para levantar el ánimo. Es la línea de trabajo que debemos seguir”.
Ramos, quien aseguró que tienen que “trabajar para recibir los menos goles posibles o mantener la portería a cero”, explicó que cuando no está Cristiano Ronaldo en el campo los encargados son Gareth Bale o él, y que la próxima vez, si se da el caso, le tocará al galés.