Sergio Tejeda siempre tuvo grandes sueños con el deporte. De joven jugó beisbol, pues era una tradición familiar; no obstante, a los 21 años empezó a practicar gimnasia. Pensaba en recorrer el mundo y que la única manera de hacerlo sería volviéndose marino, pero la vida lo llevaría a cumplir esa meta por otro camino.
Mientras se entrenaba en el gimnasio le ofrecieron la oportunidad de entrenar a niños, lo cual aceptó sin dudarlo. Esto lo llevó a recibir capacitaciones en Barcelona, España, y La Habana, Cuba.
En 2015, a la edad de 66, recibió la noticia de que padecía cáncer de colon, pero esto no le impidió seguir luchando por sus sueños y con Jorge Vega ganaron el oro panamericano. En 2016, una lesión dejó al atleta fuera de los Juegos Olímpicos, pero en septiembre regresó con fuerza para ganar la Copa Mundial en Hungría y este año, después de conseguir oro y bronce en Perú, va en busca de más podios al Campeonato del Mundo en Canadá.
“Soy un sobreviviente; yo me vi afectado por el cáncer”, aceptó Tejeda con la voz quebrada. “Desde que me sometí a cirugía en 2015 he estado muy bien y cada examen que me hacen sale con marcadores tumorales negativos; Dios me ha regalado una nueva oportunidad de vivir”.
“Jorge (Vega) ha sido un ejemplo para mí, pues siempre me apoyó. Pasó a mi lado en momentos muy difíciles; yo sufría mi situación, pero él estuvo siempre a mi lado”, añadió el entrenador.
“Yo veo tanto a Jorge como a Luis Godínez y Víctor Espinoza como mis hijos, porque convivimos más tiempo que con nuestras familias”, indicó el licenciado en Ciencia y Tecnología del Deporte.
“Sergio siempre fue muy paciente conmigo y me tuvo fe. Recuerdo que en una ocasión desistí de seguir, y me sorprendí cuando un día llamó a mi puerta; desde entonces hemos cosechado muchos éxitos”, dijo Vega, quien ha roto paradigmas en este deporte en el ámbito nacional.
Tejeda y Vega partirán el lunes para una gira europea, en busca de revalidar los podios en Hungría; luego irán Francia, antes del Campeonato Mundial Toronto 2017.