París – AFP.- La Selección española Sub-21 se clasificó para la final del Europeo de Polonia de la categoría luego de superar este martes a Italia (3-1) con un triplete de Saúl Ñíguez, y pugnará por el título con Alemania, el viernes.
España, ganadora en 4 ocasiones del torneo (1986, 1998, 2011 y 2013), y Alemania, 1 vez campeona, protagonizarán la final de lujo entre los filiales de 2 potencias futbolísticas de primer nivel.
Será la primera vez que se dispute el título entre ambas selecciones de un Europeo Sub-21.
La rojita se puso por delante en el minuto 53 en su partido de semifinales contra Italia, cuando el centrocampista del Atlético de Madrid ajustó al palo con la zurda desde el interior del área.
Minutos después, la expulsión del volante del Inter de Milán Roberto Gagliardini pareció finiquitar el partido pero Italia logró la igualada por medio de Federico Bernardeschi (62).
La azzurra se replegó atrás buscando la prórroga, pero de nuevo Saúl (65) desatascó la situación con un latigazo lejano que hizo estéril la estirada de Gianluigi Donnarumma, y el mediocampista selló su actuación en el minuto 74 con otro zurdazo raso a pase de Marco Asensio que lo situó como máximo artillero del torneo con 5 dianas.
España sigue en la carrera por el título, lo que le permitiría igualar a Italia en el palmarés del torneo, con cinco entorchados.
Después de ocho años
El rival de los pupilos de Albert Celades será Alemania, que vuelve a una final del Europeo 8 años después, luego de imponerse horas antes a Inglaterra en lanzamientos desde el punto penal (2-2; 4-3).
Alemania se puso por delante, aunque los ingleses lograron darle la vuelta al marcador, pero el delantero del Darmstadt Felix Platte estableció el 2-2 que llevó el partido a la instancia definitiva.
El arquero del Hamburgo Julian Pollersbeck detuvo el lanzamiento de Nathan Redmond para devolver a la mannschaft a otra final.
España llega a la final con pleno de victorias, y es favorita contra una Alemania que tiene a parte de sus mejores jugadores disputando la Copa de las Confederaciones a las órdenes de Joachim Low.