Al juntarse la palabra inglesa crowd, que significa multitud, con shipping (envío), surge un concepto entre los que se interesan por transportes, logística y movilidad urbana.
En el espíritu de la economía colaborativa, el crowdshipping, llamado por algunos como multidistribución, propone utilizar ciudadanos comunes, ya sea a pie, en bicicleta o en el medio de transporte del que dispongan para hacer entregas. Los empresarios y los consumidores simplemente necesitan registrarse en una aplicación para conectarse.
“De la misma forma que estimulamos proyectos que permitan un mayor uso del transporte público y no motorizado, necesitamos también que los productos lleguen hasta las urbes. Por lo tanto, la logística urbana es una parte vital de las ciudades sostenibles”, explicó la experta en Transportes Bianca Alves, del Banco Mundial.
Alcance
En América Latina se registran 511 millones de usuarios que utilizan las redes sociales, las cuales se han incorporado a las estrategias de negocios, y es tal el empuje que la Unidad de Desarrollo e Investigación de Mercado de la Asociación Guatemalteca de Exportadores reconoce la importancia de esta tendencia para generar negocios por medio del ecommerce (comercio electrónico).
Los servicios de la mensajería están creciendo en todo el planeta impulsados por el comercio en línea, que se prevé moverá US $4 billones (Q29.1 millones) en 2020, según la empresa eMarketer.
Con el crecimiento de las transacciones por la web aumenta la necesidad de sistemas de entrega el mismo día, y la multidistribución puede complementar los repartos por camión con vehículos más ligeros y fáciles de maniobrar, ya que cada vez más ciudades tienen regulaciones que restringen los de mayor volumen.
El crowdshipping da a las empresas la promesa de ahorro, ya que no necesitan montar una estructura de transportes, y la posibilidad de una nueva fuente de ingresos, pero también exige reglamentos para funcionar bien, informa el Banco Mundial.
