Caracas, Venezuela | Esteban Rojas, AFP Un motín en calabozos policiales del estado Amazonas, al sur de Venezuela, dejó al menos 37 muertos y 14 heridos, informaron este miércoles las autoridades, en un nuevo episodio de la grave crisis carcelaria que sufre el país.
El Ministerio Público anunció en Twitter que designó a dos fiscales para “investigar la muerte de 37 personas (…) durante (la) toma de (un) Centro de Detención Judicial de Amazonas”, apartada región selvática fronteriza con Colombia y Brasil.
La Fiscalía confirmó que 14 funcionarios resultaron heridos, sin precisar si entre las víctimas mortales hay agentes.
El gobernador de Amazonas, el opositor Liborio Guarulla, denunció previamente en Twitter la “masacre” de “más de 35” personas durante el ingreso de una unidad especial del Ministerio de Interior y Justicia al centro de reclusión, ubicado en Puerto Ayacucho, ciudad de unos 40.000 habitantes.
Según las organizaciones defensoras de los derechos de los reos Una Ventana a la Libertad y Observatorio Venezolano de Prisiones, los 37 fallecidos son presos.
Guarulla señaló que en el centro de detención había unos 105 internos.
“Es el peor motín que hayamos tenido en un centro de reclusión preventiva. Allí, los detenidos no deberían pasar más de 48 horas, pero había presos que tenían años”, dijo a la AFP Carlos Nieto, coordinador de Una Ventana a la Libertad.
– Crisis rampante -El suceso reflotó la crisis penitenciaria de Venezuela, en medio de frecuentes enfrentamientos entre reclusos por el control de las prisiones y denuncias de violaciones de derechos humanos, así como de muertes por falta de alimentos y medicinas.
El 26 de abril, un choque entre bandas rivales dejó 12 muertos y 11 heridos en la cárcel de Puente Ayala, en la ciudad de Barcelona (este).
Un mes antes fueron hallados los restos de 14 personas en una fosa común en la clausurada Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de Los Morros (centro).
En videos publicados en redes sociales sobre ese suceso, detenidos y familiares denunciaban falta de comida y de tratamiento médico ante enfermedades como tuberculosis, lo que habría causado una decena de muertes.
Desde julio de 2011, el gobierno puso en marcha un plan para pacificar los penales y adecuarlos a estándares internacionales. Hay unas 50 cárceles en el país, de las cuales 98 por ciento funcionan bajo el nuevo régimen.
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