Los productores de pequeñas y medianas áreas, organizados en cooperativas de los municipios de San Antonio Palopó; San Lucas Tolimán; Santiago Atitlán y la comunidad Cerro de Oro; San Pedro y San Juan La Laguna, de Sololá, crearon la Ruta Ecológica del Café Atitlán, un proyecto que vincula el aromático y el turismo.
“Con este proyecto se promueve la diversificación de ingresos de los productores y se contribuye al desarrollo sostenible de los caficultores de la cuenca del lago de Atitlán. En el futuro, se espera que se sumen otros municipios de la cuenca que también producen café”, indicó la Asociación Nacional del Café.
Esta iniciativa se desarrolló a partir de la integración de instituciones que tienen como objetivo común el desarrollo económico y sostenible de los pueblos ubicados en la cuenca del lago de Atitlán y su entorno.
En el proyecto participan activamente las Cooperativas La Voz que Clama en el Desierto; Coatitlán; Coinatt, R.L. y San Miguel, R.L., además de la Federación de Pueblos Mayas y la Asociación Café Juan Ana, organizaciones que cuentan con atención a turistas y brindan recorridos informativos sobre el cultivo, procesamiento, preparación y degustación de café.
Cada organización brinda recorridos diferenciados vinculando al café con hortalizas, paisaje de volcanes, variedades y catación de café y cultura.
El proyecto mencionado cuenta con el apoyo de la Asociación Nacional del Café, el Instituto Guatemalteco de Turismo, la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno, el Centro de Estudios y de Cooperación Internacional del Gobierno de Canadá; Counterpart International (con fondos de USDA); el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación y autoridades locales.
La presentación de la ruta se realizó hoy en el marco del Festival de Café Atitlán 2018.
Regiones productoras
Guatemala tiene 8 regiones diferenciadas de café: Acatenango, Antigua, Atitlán, Cobán, Fraijanes, Huehuetenango, Nuevo Oriente y San Marcos.
Por cosecharse a las faldas de los volcanes que dominan el Lago, en un suelo rico en minerales y materia orgánica, en altitudes que superan los 1,500 metros, la taza de Atitlán se caracteriza por ser deliciosamente aromática, con pronunciada acidez cítrica y mucho cuerpo.
