Tras el requerimiento que hizo la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) a las autoridades portuarias de mejorar sus controles, Santo Tomás de Castilla y Puerto Quetzal llevan un avance de entre el 80 y 70 por ciento, respectivamente, de la hoja de ruta que les permitirá seguir funcionando.
En la inauguración del XII Congreso Marítimo Portuario, que organizó la Comisión Portuaria Nacional, José Enrique Gil, gerente general de la Empresa Portuaria Quetzal, dijo que el 30 por ciento que les queda por cumplir de las exigencias de la SAT está condicionado a los tiempos que establece la Ley de Compras y Contrataciones del Estado.
Inversión
“Las inversiones en garitas, el prepuerto, bodegas, el sistema de informática, la trazabilidad de los contenedores y su proceso de circulación en áreas específicas está sujeto a licitaciones”, refirió Gil, después de afirmar que la relación que tiene con Francisco Solórzano Foppa, jefe de la SAT, es magnífica.
Ese sentido, Rudy Keller, viceministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda para Puertos y Aeropuertos, indicó que ambas instituciones están lanzando concursos para la compra de maquinaria y renovación de equipo, cumpliendo con las exigencias de Ley, para garantizar transparencia en los procesos.
Por su lado, Byron Alejandro Monterrosa, presidente de la Junta Directiva de la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla, manifestó que ayer le enviaron una solicitud al Fisco para que los certifique como un depósito aduanero temporal.
“Cuando asumí el cargo (5 de julio) la hoja de ruta llevaba un cumplimiento del 10 por ciento y a la fecha hemos alcanzado el 87 por ciento”, argumentó el funcionario.
Agregó que el 13 por ciento restante involucra el reordenamiento de patios y puertas de acceso, el cierre de muros perimetrales y la implementación de tecnología de punta.
Desafíos
En cuanto a los retos que afronta el sector, Jorge Durán, representante de la Comisión Interamericana de Puertos, resaltó que se debe incrementar la inversión en infraestructura para alcanzar una mayor competitividad, reducir los documentos y los tiempos para la exportación e importación.