En 2021, la caficultura guatemalteca no solo experimentó la recuperación y el aumento del precio del grano en el mercado internacional con cotizaciones no vistas en siete años, sino además se propuso reenfocar su producción hacia la rentabilidad y la sustentabilidad en lo económico, social y ambiental.
Bajo tres principios, técnico agronómico, administrativo y financiero, la Asociación Nacional del Café (Anacafé) implementó en el primer semestre de este año el Programa de Rentabilidad Sustentable, el cual, en cuatro años, busca brindar asistencia integral a los productores en campo, especialmente a los pequeños.
4.3 millones de quintales de café oro se esperan exportar en la temporada 2021-2022.
En el primer año se ha logrado realizar, en las 7 regiones administrativas 2200 diagnósticos en unidades productivas que conforman el 43% del parque cafetero (de 305 000 hectáreas), aseguró José Tulio González, vicepresidente de Anacafé.
En el año cafetero 2020-2021 Guatemala exportó 4.7 millones de quintales del grano en oro, lo que representó un ingreso de US $886.2 millones en divisas, según datos de dicha asociación.
La volatilidad del café en el mercado internacional está influenciado por los problemas climáticos a los que se enfrenta Brasil, el mayor productor del grano en el mundo. En las últimas semanas, según los precios de referencia del contrato C de la Bolsa de Nueva York, el grano se ha situado sobre los US $230 por quintal.
Para el año cafetero que se está iniciando, la Anacafé proyecta una producción de 4.3 millones de quintales para la exportación. Aunque es menor que en el período que recién concluyó, se espera que los precios sean el contrapeso.
Del programa
Luego del diagnóstico, algunas unidades productivas han visto la necesidad de renovar las plantaciones y en otros casos es nada más la recepa (rehabilitación de los cafetales al cortar el tallo a una altura específica) o manejo de tejido. “Queremos aplicar principios de la caficultura dependiendo de la zona de vida de cada unidad productiva”, refirió González.
La evaluación ha determinado que al año se pueden renovar las plantaciones entre 10% y 20% de todo el parque cafetalero. Aunque el plan ya ha dado sus primeros frutos con los resultados del diagnóstico, se espera que en un plazo entre 2 y 3 años la caficultura guatemalteca llegue a producir 5.5 millones de quintales exportables, señaló González.
