El rechazo a la aprobación de la construcción de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal por parte del Congreso de la República no implica que el proyecto haya muerto, pues la Ley de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica podría rescatarlo, aseguró el ministro de Economía, Acisclo Valladares Urruela.
El funcionario expuso que la normativa no es clara, en cuanto a que se haya descartado plenamente la obra. “Lo que pasó es que en la votación no se llegó a un número adecuado, pero no se rechazó expresamente”, subrayó.
De esa cuenta, Valladares Urruela afirmó que ese argumento se podría exponer a los diputados y, de obtener el beneplácito de la mayoría, se podría salvar. “Porque es un buen proyecto, pasó todo el proceso, largo, costoso y de muchos estudios técnicos”, añadió.
Sectores empresariales, como la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y el Comité Coordinador de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), además de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham), expusieron su descontento con los diputados.
En el caso del Cacif, está analizando actuar contra la plenaria del martes último, cuando se llevó a cabo la votación, procedimiento que supuestamente habría registrado anomalías. Además, esta organización empresarial señaló que engavetar el proyecto implica que el Estado debe indemnizar (con Q30 millones) a la empresa a la cual estaba adjudicada la obra, según manda la ley.
Llamado al Congreso
El jefe del Mineco, en tanto, hizo un llamado a los legisladores para debatir el actual modelo de alianzas público-privadas, el cual consideró necesario para ejecutar obras de gran magnitud, ya que el Estado no tiene el capital para estas. “Si Anadie no es la agencia, no es el modelo, no es la ley ni el reglamento adecuado, lo debemos de discutir abiertamente y cambiar, pero en Guatemala se debe hacer alianzas público-privadas, se deben hacer concesiones”, manifestó Valladares Urruela.