Pese a los logros que las mujeres han logrado en diferentes ámbitos, la agresión contra sus garantías fundamentales aún es palpable, y las de pueblos originarios no son la excepción. El apoyo y acompañamiento en los procesos de denuncia los encuentran en la Defensoría de la Mujer Indígena (Demi).
En 2018, la Demi brindó asistencia jurídica a 3 mil 486 mujeres, de las cuales 2 mil 986 son mayas, 369 xinkas y 19 garífunas, de acuerdo con Paola Lux, responsable de la institución.
“En su mayoría fueron casos relacionados con prestación de alimentos, violencia y discriminación. Esto fue más latente en los pueblos q’eqchi’, k’iche’, mam y kaqchikel”, expuso Lux.
La funcionaria recordó que la Defensoría, desde sus 13 delegaciones departamentales y la sede central, también da acompañamiento social y psicológico a las agraviadas.
En el caso del apoyo psicológico, se da mediante actividades de prevención y recuperación emocional, que el año pasado benefició a 1 mil 614 mujeres, de quienes mil 448 son de origen maya, 94 xinkas, 9 garífunas y 63 mestizas, según datos de la Demi.
Prevención
Otro de los logros de la dependencia ha sido la formación para prevenir y erradicar la violencia y discriminación contra dicho sector, por medio de cursos y diplomados que fomentan los derechos humanos de las mayas, xinkas y garífunas, indicó la jefa de la Defensoría.
En ese proceso participaron 180 personas: 2 % de hombres y 98 % mujeres. Del grupo, 67 % son mayas, 17 % xinkas y 16 % garífunas. Asimismo, de forma anual se lleva a cabo un conversatorio con niñas procedentes de las comunidades lingüísticas, con quienes se abordan temas relacionados con las garantías de las féminas, agregó Lux.