Los Hospitales Roosevelt y San Juan de Dios están atendiendo únicamente a los privados de libertad que presentan una gravedad en su salud, de lo contrario se mantiene la postura de no recibirlos, informó el ministro de Salud, Carlos Soto.
El titular de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), Juvell De León, coincidió con lo expuesto por Soto, y estimó la reducción de traslados en un 90 por ciento. El resto es atendido por médicos contratados por la institución carcelaria.
“Se ha tenido comunicación con el Sistema Penitenciario, Policía Nacional Civil y con los jueces para que nos colaboren en lo que terminamos el hospital”, agregó el jefe de la cartera salubrista respecto de la preparación de un centro específico para reclusos.
Antes había hasta 30 traslados diarios, pero se han restringido. En una semana y media las órdenes han disminuido “porque tenemos 16 clínicas habilitadas con insumos, donde se les da atención primaria a los presos”, refirió De León.